“Como seres humanos somos listos; como comunidad, brillantes”

“Llevábamos un año largo sintiendo un respaldo muy grande por parte de la gente”. El director de comunicación de Tuenti, Ícaro Moyano, recibe a NetMediaEurope en la sede social de la compañía, en el centro de Madrid, para confirmar que los últimos resultados de ComScore no han pillado por sorpresa a la firma.

Son la red social más popular en España. “Estamos en un momento muy bonito”, aboga, antes de lanzarse a una demostración del poder de convocatoria que tiene Tuenti entre los cibernautas españoles. “Tenemos la suerte de que tenemos usuarios que consumen un montón de páginas”, explica y lo confirma con cifras de vértigo. 12.000 millones de páginas vistas ha sido el balance de febrero, “Cincuenta y pico millones en la versión móvil”, señala.

– Además, según las últimas cifras de permanencia media que circulan por la red, conseguís que el usuario permanezca como unas dos horas en Tuenti.

– Nuestra cifra interna habla de un tiempo medio por usuario de entre una hora y diez y una hora y veinte por usuario y por día.

– Y todo esto teniendo en cuenta que el acceso es sólo por invitación. ¿Cuál es el secreto de Tuenti para conseguir que un número tan elevado de internautas quieran ser socios?

– No tenemos departamento de marketing, así que a lo mejor no lo tenemos muy claro. Los dos valores sobre los que se construye Tuenti tienen mucho que ver con que la puerta de entrada esté cerrada. Para nosotros, es muy importante una privacidad sólida, una arquitectura de seguridad estable, porque eso asegura que la relevancia de las relaciones que se van a producir dentro de Tuenti va a ser mayor. Y eso asegura que la gente va a invitar a sus verdaderos amigos y que los grupos de personas que están dentro son grupos que se conocen en la calle.

– Hay un montón de decisiones técnicas que acompañan este entorno. Tuenti no se indexa en buscadores.

– Y volvemos al asunto de la métrica… Hay muchas plataformas online que generan tráfico porque están entregando datos personales a buscadores para que sirvan de anzuelo. Nosotros no lo hacemos. Si los usuarios están subiendo a Tuenti algo más de un millón de fotos al día, es porque saben que ellos deciden quién las va a ver y quién no. Ellos deciden su grado de privacidad.

– Aún así, sí es cierto que es posible curiosear los datos de usuarios que no son amigos. Probando Tuenti ayer conseguí acceder a álbumes fotográficos de gente que ni conocía…

– Porque tenían el perfil abierto ‘amigos de amigos’ [que permite que los contactos de los propios asociados visiten el perfil]. Nosotros le entregamos al usuario herramientas y ellos configuran el entorno. La puerta de Tuenti te configura un nivel de privacidad medio, porque consideramos que es el usuario quien debe decidir si lo vuelve más exigente o más relajado. ¿Qué es lo normal?

Tres de cada cuatro usuarios de Tuenti no permiten, por ejemplo, que nadie, ni tan siquiera sus amigos, descarguen sus fotos. Pero es que el 95 con algo tienen activado algún sistema de privacidad dentro del perfil. Prácticamente nadie lo tiene abierto. Todos los demás lo tienen cerrado: o solamente a su comunidad o solamente a su comunidad expandida. Tener un panel de control de seguridad muy claro hace que los usuarios lo aprovechen.

– La reciente polémica sobre el acceso a los datos de Marta de Castillo os ha puesto en el centro del huracán informativo, como le ha sucedido a Facebook con el intento de modificación de sus reglas de uso. ¿Demuestran estos dos hechos un mayor interés en la privacidad y una consiguiente mayor conciencia?

– Creo que los usuarios son conscientes de que, en dos años, internet ha cambiado por completo. Hemos pasado de navegar sólo por contenidos generados por terceros a, sobre todo, navegar por contenidos que genera nuestra comunidad. Estamos convencidos de que los usuarios son conscientes de que los datos son suyos. Nosotros tenemos una custodia temporal. Cuando un usuario llega, sabe que la mejor manera de tener una experiencia positiva es compartir; pero también tiene el compromiso por nuestra parte de que el día que decida irse nosotros no nos vamos a quedar con nada.