“Como seres humanos somos listos; como comunidad, brillantes”
El director de comunicación de Tuenti, Ícaro Moyano, analiza el éxito de la red social española. “Estamos en un momento muy bonito”, confirma.
El debate generado alrededor tiene un punto muy interesante. Al tiempo que leemos los términos de uso de nuestros contratos con bancos, con operadoras, es importante que mantengamos el mismo nivel de exigencia sobre los sitios sobre los cuales navegamos online porque allí estamos compartiendo nuestra vida. Y el gesto final tiene que ser aprovechado por las compañías: tenemos que conseguir que los usuarios sean más exigentes, porque cuanto más exigentes sean ellos, mejor producto tendremos nosotros.
– Aún así la edad media de los usuarios de Tuenti ronda los 15 a 16 años. ¿No tienen ellos menos conciencia en cuanto a protección de datos?
– No, en cuanto a los usuarios de esa edad, son muchos menos: no son tantos menores. Aún así, yo sí creo que son muy listos. Saben lo que comparten y son conscientes de que, por ejemplo, las fotos se pueden borrar. La sensación aquella de que una foto subida a internet es una foto reproducible sine die… Los usuarios deciden cuando suben la foto y cuando la bajan, nosotros no guardamos una copia.
– Entonces, ¿no estáis de acuerdo con la percepción de que sois una red social especializada en el target adolescente?
– Hay redes especializadas en acariciar perritos. A nosotros lo que nos gusta es configurar una herramienta de translación de la identidad digital. El usuario medio de Tuenti tiene, de hecho, una media de más de 24 años. Lo que hemos conseguido es que los de usuarios de 15 van a los de 15, los de 20 a los de 20 y los de 30 a los 30. El sistema de privacidad hace que compartan con su comunidad.
Un usuario de 16 años puede tener una experiencia estupenda dentro de Tuenti sin saber que su hermano mayor o su tío están manteniendo una relación completamente diferente dentro de la red que él no está viendo. Cada cual ha aprovechado la plataforma en la medida que le es útil. Nosotros lo que queremos es ser una herramienta de comunicación entre personas que se quieren, porque son compañeros de trabajo, amigos o familia, nuestra meta es esa.
-En abril de 2008, empezasteis a introducir publicidad en Tuenti. ¿Cómo se ha ido integrando en el site?
Éramos conscientes de que no podíamos llevar paralelas la carrera del crecimiento y la carrera de la monetarización, porque al final era muy probable que alguna se envenenase con la otra y no era lo que queríamos. Queríamos conocer muy bien cómo funcionaba nuestra comunidad, ser muy conscientes de por donde podíamos hacer ensayos publicitarios, y a partir de ahí empezar a probar.
Empezamos hace, efectivamente, unos ocho o onueve meses. Explota una parte muy poco importante del inventario, porque si Tuenti tiene relevancia en lo que tiene que ver con la comunidad, en publicidad todo está volcado en la segmentación y el valor añadido. No se nos ocurre un anunciante que dispare una campaña de publicidad a toda nuestra red. Pero esto tampoco es suficiente.
Sí nos parecía que la segmentación era fundamental para el anunciante, pero teníamos que conseguir algo fundamental para el usuario: que recibiese valor añadido. Por eso no emitimos comunicaciones publicitarias al uso y pedimos un esfuerzo publicitario mayor. Porque así conseguimos que la publicidad vuelva a ser contenido, que se integre mucho mejor en la navegación. Los sistemas ruidosos de publicidad que vemos por ahí nos nos gustan, no nos parecen eficaces.
Por medios tradicionales podríamos hacer más caja, sí, pero sería lo fácil. Nos interesa seguir manteniendo esa pulsión de laboratorio en lo que tiene que ver con la comunicación publicitaria.
– Y ahora bien, ya no a nivel empresa sino como red social, ¿no teméis veros vampirizados por usos empresariales? En las últimas elecciones, todos los candidatos tenían su perfil en páginas como la vuestra, un modo más de publicitarse.
– Los términos de uso de una página como Tuenti, al final, son un marco general de comportamiento y son los propios usuarios los que regulan ese marco. Sí, hemos visto alguna empresa que ha intentado entrar en Tuenti creando un perfil. A mí se me hace muy complicado pensar que un usuario quiera ser amigo de un gimnasio o le interese serlo de un coche o de un edificio de hormigón. Las relaciones son entre personas. Y eso hace que la vida de las empresas que intentan entrar en Tuenti de esta manera sea muy efímera.
En la prestación a la actividad política sí es importante que vayan integrándose en la realidad de muchos de sus futuros votantes. Pero luego hay que ver la forma de hacerlo. No todos los candidatos, no todos los partidos, tienen el olfato. En una red social tienen que integrarse en una conversación que ya está en marcha y lo van consiguiendo. Se puede hacer: Con siglas estamos convencidos de que no, con nombre y apellidos y dando la cara seguro que sí.
Volvemos a lo de las marcas y las empresas: alguna que ha decidido experimentar por su cuenta y crear el perfil de un coche no ha tenido mucho éxito y les acabamos solicitando que vayan de nuestra mano, que exploten nuestros formatos, y no se queden en la frustración de que nadie quiera ser amigo de unas ruedas.
– Y, en estos casos, ¿cierra Tuenti este falso perfil o simplemente se mueren de no éxito?
– Se producen tres posibilidades: que se extinga al haber conseguido poco más de cuatro amigos, que nosotros lo veamos y lo borremos o, lo que es más habitual, que un usuario lo vea, se de cuenta de que es un perfil de corte comercial, lo denuncie y nosotros lo borramos. Somos muy conscientes de que como seres humanos individuales somos bastante listos, como comunidad somos brillantes. Cuando algo genera un ápice de ruido dentro de Tuenti algún usuario lo va a ver y lo va a denunciar.
Más información sobre el modelo de negocio de Tuenti, en la segunda parte de la entrevista, en Silicon News