Cómo será el Linkedin de Microsoft
Esta semana finalizó por fin el proceso de compra de la red social profesional por parte de Microsoft. ¿Cambiarán las cosas?
El anuncio, que no sorprendió a mucha gente, llegó en junio: Microsoft iba a comprar Linkedin por 26.200 millones de dólares. La fusión era la más lógica, ya que la firma de Redmond siempre ha tenido ese toque corporativo y profesional que falta a rivales que siempre han estado más preocupados por el consumo particular. No obstante, había también ciertas preocupaciones sobre qué significaría la compra.
Tras meses de negociación, la Comisión Europea dio esta semana luz verde a la operación a cambio de una serie de promesas por parte de Microsoft para evitar una posición demasiado dominante en el mercado. Redmond no podrá obligar a sus usuarios a usar Linkedin (ni invitará a hacerlo de forma demasiado exagerada) y deberá seguir apoyando a otras redes sociales profesionales.
Con la compra cerrada, son muchos los que se preguntan cómo será este nuevo Linkedin bajo el ala de Microsoft. Hay dos ideas clave algo contradictorias: independencia e integración. En un email enviado a los empleados de Microsoft cuando se anunció el acuerdo, su CEO, Satya Nadella, explicaba que la operación era clave para la principal ambición de la compañía actualmente, “reinventar la productividad y los procesos de negocio”.
Aquí ya apuntaba a la integración de la red social con servicios como Office 365 o Dynamics, pero indicaba también que Linkedin “mantendrá su marca distintiva e independencia, así como su cultura, que coincide mucho con la nuestra”. Además, explicaba que, si bien Jeff Weiner pasaría a reportar a Nadella, continuaría siendo el CEO de Linkedin y tomando las decisiones que él viese necesarias.
La inevitable integración
Durante estos meses en los que se iban atando los cabos sueltos para llevar a cabo la adquisición, los equipos de ambas compañías tuvieron también tiempo para sentarse juntos y delinear de forma más específica cómo será el plan de integración al que solo aludían en junio. En un post publicado en Linkedin (¡claro!), Satya Nadella desvelaba el jueves cuáles serán las claves de ese plan. Y sí, habrá mucha integración.
Linkedin aparecerá en Outlook y en la suite de Office, llegarán las notificaciones de la red social al centro de acciones de Windows, los usuarios podrán redactar sus CV en Word para subirlos a sus perfiles de Linkedin, los contenidos patrocinados se extenderán también por otros servicios de Microsoft, Linkedin Learning estará accesible en Office 365 y todo el ecosistema de Windows…
El CEO de Microsoft explica que, si bien uno de los objetivos es acelerar el crecimiento de Linkedin, quieren también “ayudar a la gente a desarrollar nuevas habilidades online, a encontrar trabajos nuevos y a conectar y colaborar de forma fácil con sus colegas”. Es decir, conseguir que, gracias la compra, ambas compañías puedan impulsar sus servicios en esa dirección.
De momento, la cosa parece que quedará así: Linkedin no cambiará demasiado (por lo menos, si Jeff Weiner no quiere), pero sí aparecerá en muchos servicios de Redmond; la integración será fluida, pero, si tenemos en cuenta las condiciones de la Comisión Europea, no podrá ser a costa de otros servicios de terceros. Aunque la puerta entre Microsoft y Linkedin se haya abierto de par en par, no podran cerrar el resto de las puertas que tenían con otros servicios y compañías similares.