La tentación de averiguarlo de la forma más sencilla y directa es grande. Llamarlos uno a uno a tu despacho, explicar que es una conversación como amigo, no como jefe, preguntarles qué les gusta y qué no, cómo serían más felices, qué cambiarían. ¿El inconveniente de esto? Muy pocos trabajadores se atreverán a decir la verdad, a dar su opinión directa, a decirte a ti lo mismo que comentan en sus familias o entre amigos.
Afortunadamente, hay otras formas de conseguir esta información. Además de la realización periódica de encuestas anónimas, que tampoco son del todo fiables (se tiende a restar importancia a las quejas, a mentirse a uno mismo diciéndose que se está mejor), está todo lo que puedes conseguir saber a través de la simple observación. Estas son algunas de las señales que muestran que tus empleados están contentos en la empresa (eso sí, no concluyas siempre que un empleado que parece descontento lo está con el negocio: los problemas personales pueden también afectar):
- ¿Proponen ideas y soluciones? Si a tus empleados les gusta su trabajo y se sienten contentos, mostrarán también cierta iniciativa y compromiso con la empresa. Es decir, querrán que todo vaya bien, y aportarán sus ideas y soluciones tanto para el corto como para, sobre todo, el medio y largo plazo.
- ¿Sonríen? No se trata de tener un equipo de autómatas sonrientes, pero sí de notar que las sonrisas surgen con frecuencia. Observa a tus trabajadores cuando interactúan entre ellos, en sus reuniones o en conversaciones telefónicas. ¿Qué dice en general su expresión facial? Si nunca ves una sonrisa o risa espontánea y auténtica, es que las cosas no van muy bien.
- ¿Se hacen amigos? Esta señal hay que tomarla con cautela, ya que muchas veces es también síntoma de que pasan demasiado tiempo en el trabajo (tanto que no pueden permitirste tener otros amigos fuera) o de que se han unido contra un mal común: la empresa. No obstante, puede también signficar que están contentos, hay buen ambiente, y creen que estarán el tiempo suficiente trabajando ahí como para invertir en relaciones amistosas a largo plazo.
- ¿Cuidan su entorno de trabajo? Es decir, ¿les importa lo suficiente la empresa como para cuidar los recursos y mantener su área más o menos limpia -aunque no necesariamente ordenada? Por lo general, tendemos a cuidar las cosas que nos importan, especialmente si nos encontramos en un buen momento. Los trabajadores que malgastan el material de oficina y trabajan en una pequeña pocilga podrían ser personas descontentas con la empresa e incluso algo deprimidas.
- ¿Tienen energía? Si tus empleados son infelices se mostrarán más cansados, como si no tuviesen nada de energía. Si detectas esto, asegúrate de que no es porque trabajan demasiadas horas (podría tratarse de eso) e intenta mejorar su situación.
- ¿Hacen suyo su puesto de trabajo? Están las descripciones de los puestos que aparecen en las ofertas de trabajo y lo que hace finalmente cada empleado con su puesto. Si el trabajador está contento, irá poco a poco moldeando el puesto a su gusto, asumiendo nuevas responsabilidades (y dejando de lado las que finalmente no son tan importantes también).