Cómo reducir los costes de operación de tu pyme
Los bajos costes operativos permiten a las pequeñas empresas presentar un mejor servicio y una oferta más amplia para los consumidores.
Uno de los aspectos más relevantes de dirigir un negocio gira alrededor de manejar el dinero. Saber cómo generar ingresos es importante, pero eso no significa que sepamos cómo generar un beneficio. Los gastos se acumulan y pueden escapar fácilmente a nuestro control, pero hay algunos que no se pueden evitar. ¿Cómo reducir costes sin afectar a la operatividad del negocio?
Por ejemplo, el coste de aceptar tarjetas de crédito puede ser más del 5% del costo de la transacción. Quizá por eso más de la mitad de las pymes, según TNW, no aceptan tarjetas de crédito. Las empresas no quieren soportar costes adicionales en forma de gastos de transaccion, pero si obligas a tus clientes a pagar en efectivo o a hacerse cargo de ese gasto, comprometerás su lealtad.
También se puede atacar por el flanco de la comparación de precios. Si los consumidores están cada vez más acostumbrados a comparar precios online, ¿no deberían las pequeñas empresas hacer lo propio?
Otro punto a tener en cuenta es cómo ofrecer un producto rentable. La solución más común es ofrecer un bien o un servicio a un precio inferior al de la competencia. Hay que tener en cuenta que para los consumidores, la idea de ofrecer una solución de menor precio no es necesariamente un indicador de menos calidad.
Se trata de un problema de números. Hay personas que son atendidas por proveedores de bajo coste. Al reducir el coste total para ofrecer servicios, existe la oportunidad de servir a más personas. Los bajos costes operativos significan que las nuevas empresas tienen la oportunidad de prosperar en mercados difíciles. En definitiva, el menor coste de las operaciones permite un mejor servicio y una selección más amplia para los consumidores.