¿Cómo protegerse de las estafas por internet en plenas rebajas?

Comienza un nuevo año y con ellos llegan momentos señalados del calendario, como las rebajas de enero. Durante este periodo de actividad comercial, son muchos los consumidores que miran hacia internet en busca de la mejor oferta. Pero no están solos. Los ciberdelincuentes también se suman a este fenómeno para engañar a los usuarios más incautos.

Tal y como advierten desde ESET, los criminales “aprovechan la fiebre del descuento para lanzar ataques dirigidos”, por lo que es importante mantenerse alerta.

“Durante las rebajas de enero, observamos un aumento en los intentos de fraude que no sólo afectan al consumidor individual, sino también a las plataformas de comercio electrónico”, señala Josep Albors, director de investigación y concienciación de la compañía de seguridad en España.

“Los ciberdelincuentes están utilizando técnicas más complejas, como ataques dirigidos a sistemas de pago y campañas de suplantación que explotan la confianza del usuario en las marcas”, detalla.

Entre los métodos de ataque utilizados durante el tiempo de rebajas se encuentran los correos fraudulentos de phishing, que usurpan la identidad de marcas conocidas y redirigen a sitios peligrosos con el objetivo de robar información confidencial y datos bancarios.

Los comercios online fraudulentos que imitan a tiendas oficiales y usan precios muy bajos como cebo son otro peligro. Del mismo modo, existen aplicaciones que prometen descuentos exclusivos pero que en realidad se dedican a descargar malware en los dispositivos de sus víctimas.

ESET alerta además sobre el riesgo de conectarse desde redes inalámbricas públicas, donde los ciberdelincuentes lo tienen más fácil para interceptar datos, y de descargar aplicaciones no oficiales.

“El éxito de muchas estafas radica en manipular las emociones del comprador”, explica esta compañía. “La sensación de urgencia —’Últimas horas de descuento’— o la exclusividad —’Sólo para ti’— son estrategias diseñadas para impulsar decisiones impulsivas”.

Para evitar caer en la trampa, los internautas deben tomarse su tiempo para comprobar con quién se relacionan. Lo primero de todo es verificar la autenticidad las páginas web en las que va a realizar una adquisición. Esto incluye evitar los enlaces difundidos por correo o redes sociales y escribir directamente la URL en el navegador.

Teniendo en cuenta que los descuentos abultados suelen ser una trampa, lo mejor es evitarlos, como también conviene huir de las redes WiFi públicas a la hora de hacer compras. Lo más seguro es optar por redes privadas o, si esto no es posible, reforzarse con una VPN.

Usar credenciales únicas, recurrir a los gestores de contraseñas y emplear métodos de pago seguros como tarjetas virtuales son otras técnicas que ayudarán a mantenerse a salvo.

Configurar alertas como las notificaciones para transacciones bancarias permitirá detectar movimientos raros en las finanzas de los usuarios.

Por último, pero no menos importante, los ciberdelincuentes lo tendrán más difícil si los dispositivos que se utilizan para navegar por internet están actualizados con las últimas versiones del sistema operativo, el navegador y las aplicaciones, ya que esto complicará la estrategia de los atacantes.

“No obstante, no todo recae en el consumidor”, apunta Josep Albors. “Los comercios online tienen la responsabilidad de implementar medidas avanzadas de seguridad, como el cifrado de datos, la revisión de actividades sospechosas y la autenticación en dos pasos”.

Y “las entidades bancarias, por su parte, deben reforzar sus sistemas de detección de fraudes para proteger las transacciones en tiempo real”.