Cómo proteger la aplicación desarrollando software seguro desde el principio
La falta de software y aplicaciones de seguridad se está convirtiendo en una fuente cada vez mayor de vulnerabilidades para muchas compañías.
Para proteger cualquier red empresarial, es importante adoptar un proceso de desarrollo de software con seguridad mejorada. Las compañías deberían reducir los puntos débiles integrando prácticas de seguridad en todo el ciclo de desarrollo de un software. Julia Allen, colaboradora del Centro de Conocimientos de eWeek, nos explica en este artículo cómo hacerlo.
Normalmente, cuando pensamos en la seguridad, lo hacemos de dos maneras: o como un problema de operatividad tecnológica en el que nos tenemos que centrar para defender nuestros ordenadores y redes de ataques y agujeros, o como seguridad de la información, en la que pensamos para proteger nuestra información digital personal y privada. Sucede que cada vez más a menudo, esta seguridad se ve comprometida por la falta de software y aplicaciones seguras, un problema que termina siendo una importante fuente de amenazas para las empresas.
Como profesionales del software y de la seguridad, nunca podremos anticiparnos a este problema si lo tratamos como un problema de operatividad. Los atacantes son creativos, ingeniosos y se sienten muy motivados por el botín económico que pueden obtener. Llevan décadas aprendiendo cómo atacar el software, una experiencia que no puede decirse de los ingenieros del software. Por eso, es necesario un cambio.
El objetivo del software seguro es construir programas de calidad y libres de fallos. Tradicionalmente, el software ha tenido siempre muchos errores de código, y algunos de ellos suelen ser el origen de las vulnerabilidades que aquejan a nuestros sistemas. El software que se desarrolla con la seguridad en mente tiene más posibilidades de resistir a los ataques. Y, en los casos en los que el ataque tiene éxito, tiene más posibilidades de tolerarlo y recuperarse rápidamente. No está mal, ¿verdad?