¿Cómo nace una start-up?

Mientras fuera hace un sol y un calor propios del verano y los turistas y los locales se afanan por se los primeros en hacerse con las mesas que quedan en la terraza, medio centenar de personas preferirán, durante este fin de semana, pasar todo el tiempo posible encerrados en uno de los edificios de la zona monumental de Santiago de Compostela.

La razón: la innovación. En plena y céntrica Rúa Nova de la capital gallega, separados únicamente por una puerta de la feria medieval que intenta reconvertir Santiago en la gran capital del medievo que era, medio centenar de innovadores intentan perfilar cómo serán las empresas del futuro. Tras Madrid y antes que Barcelona, el Startup Weekend llega a Compostela.

Los asistentes tendrán tres días para, como explicaba durante la charla de apertura uno de sus organizadores, Iago Soto, “establecer proyectos, trabajar en ideas, que redunden en proyectos de éxito”. Detrás de las jornadas no se encuentran ni grandes empresas ni firmas de inversión, sino empresarios que “no podemos estarnos quietos”.

Algunas compañías han brindado de todos modos su bendición convirtiéndose en patrocinadores, como la Fundación R, el Concello de Santiago de Compostela y su área de innovación, Caixa Galicia (que ha cedido el edificio para el encuentro) o Gradiant, además de otras firmas colaboradoras.

El viernes arrancaron las jornadas, con la presentación de los potenciales proyectos, mientras el domingo se clausurarán con la elección de un ganador, aquel que convenza más y que se muestre más perfilado. El premio, en apariencia nada. Aunque sólo será en apariencia. Como explica Carlos Granados, otro de los organizadores, se llevará “la experiencia y los contactos”, así como “otros puntos de vista”. Su idea será examinada por 50 pares de ojos que serán críticamente constructivos.

Ideas innovadoras

La primera prueba de fuego fue la de presentar el proyecto. Aquellos innovadores con una potencial idea de negocio tenían que venderla a sus potenciales socios en únicamente un minuto y medio. “Contad una idea muy general y que pique la curiosidad”, recomendaba Granados a quienes iban a salir al escenario. “No intentéis contarlo todo”.