El verano ya está aquí con todas sus ventajas y, también, todos sus inconvenientes. En el mundo de las empresas, significa jornada intensiva, tener que organizar las vacaciones de los empleados y, sobre todo, saber mantener al equipo que está trabajando motivado, de forma que no baje la productividad y se note en los resultados del negocio.
Pero ¿cómo hacerlo cuando hace sol fuera, media oficina está de vacaciones y el resto soñando con cuando les toque a ellos -o recordando lo bien que se lo pasaron? Mantener la motivación en verano no es fácil, pero tampoco imposible. Estos son algunos consejos para asegurarnos de que nuestro equipo está en plena forma incluso cuando hace sol y calor.
- Sé flexible. Muchas cosas cambian en verano que hacen que mantener una rutina empresarial sea más complicado. Si tus empleados tienen hijos, por ejemplo, posiblemente vean sus horarios cambiados. Adáptate a tus necesidades para asegurarte de que lleguen al trabajo contentos y sin una fuente de estrés esto. Permite también esa flexibilidad de horarios para el resto: muchas veces es mejor salir antes un día que estamos estancados y volver al día siguiente algo más temprano y mucho más frescos.
- Organiza las vacaciones (y el trabajo) con tiempo. Uno de los retos a los que se enfrentan las empresas en verano es el de tener que hacer el mismo trabajo con menos empleados, ya que es cuando la mayoría se van de vacaciones. Si no se organiza bien y con tiempo cómo será todo, el resultado será que a los que les toque trabajar se encuentren con mucho caos, muchas cosas que hacer y, en definitiva, una caída de la motivación.
- Introduce cambios (y escucha el feedback). El verano es en muchas empresas una época más tranquila: clientes y proveedores de vacaciones, horarios más reducidos, etc. Si es tu caso, aprovecha para reflexionar sobre cosas que pueden cambiar en el negocio y haz que tu equipo sea partícipe. Se sentirán más comprometidos con la empresa, los cambios harán que suba la motivación y quizá hasta aporten buenas ideas.
- Fija objetivos veraniegos. Los objetivos dan al equipo una excusa para trabajar hacia algún lugar concreto. Haz que sean realistas para que tus empleados vean el avance y sigan motivados todo el verano al ver la meta cerca.
- Organiza alguna actividad al aire libre. ¿Quién dijo que haya que estar en la oficina todo el rato? Hay muchas cosas que se pueden hacer fuera, y el verano es el momento perfecto para probarlas: alguna reunión en un parque, actividades de team-building… aprovecha para hacer que todo sea diferente y más entretenido.
- Asegúrate de que todo el mundo tiene vacaciones. Esto es clave: un trabajador cansado es un trabajador desmotivado, así que asegúrate de que todo el mundo tiene aunque sea unos pocos días libres en los que desconectar. Cuando estén fuera, respeta ese tiempo de descanso: no llames ni envíes mails al empleado de vacaciones. Volverá fresco y con ganas de aportar mucho a la empresa.