Cómo la Inteligencia Artificial evoluciona la gestión urbana en las ciudades

La evolución de las ciudades hacia enclaves clave para el desarrollo humano ha creado nuevos desafíos en infraestructura, movilidad, seguridad y sostenibilidad. Hoy, más de la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas, y se espera que esta cifra alcance el 66% para 2050, según datos de la ONU. Frente a estos retos, la Inteligencia Artificial (IA) se presenta como una herramienta transformadora en la gestión y operación de las ciudades, redefiniendo múltiples aspectos de la vida urbana.

Un tráfico más fluido y seguro

El tráfico es uno de los problemas más acuciantes en las grandes ciudades. Según un estudio de INRIX, los conductores españoles pierden hasta 20 horas anuales en atascos. La IA, a través del análisis de datos en tiempo real, puede prever patrones de congestión y permitir a las autoridades tomar medidas preventivas, como el desvío de tráfico antes de que se formen los atascos. Además, los semáforos inteligentes, gestionados por IA, pueden mantener un flujo constante de tráfico, y los carriles reversibles pueden abrirse o cerrarse según la demanda en tiempo real, optimizando así la circulación.

Además de la reducción de atascos, la IA juega un papel crucial en la seguridad vial. Durante agosto de 2024, se estimaron 48,3 millones de desplazamientos, según la Dirección General de Tráfico (DGT). En este contexto, la IA puede analizar grandes volúmenes de datos para predecir cuándo y dónde es más probable que ocurran accidentes, ayudando a las autoridades a mejorar la seguridad en las carreteras. También se espera que los vehículos inteligentes y sistemas de ayuda a la conducción, impulsados por IA, se conviertan en estándar, permitiendo decisiones instantáneas basadas en el entorno y las condiciones del tráfico.

Mejora de la seguridad pública con IA

La seguridad pública también se beneficia de los avances en IA. Las cámaras de vigilancia potenciadas por esta tecnología pueden detectar comportamientos sospechosos y alertar a las autoridades en tiempo real. Aunque estas capacidades son prometedoras, es esencial equilibrar la innovación con el respeto a los derechos civiles. La reciente normativa de la Unión Europea en Inteligencia Artificial prohíbe aplicaciones que vulneren la privacidad, como la categorización biométrica basada en características sensibles o la captura masiva de imágenes faciales para crear bases de datos de reconocimiento facial.

Ciudades más verdes y sostenibles

En la lucha contra el cambio climático, muchas ciudades han adoptado estrategias sostenibles donde la IA juega un papel fundamental. La tecnología es utilizada para optimizar el consumo energético y mejorar la gestión de residuos. Según un estudio de Springer Link, los sistemas de IA pueden clasificar residuos con una precisión que varía entre el 72,8% y el 99,95%, optimizando así los procesos de reciclaje. Sensores y cámaras inteligentes en los contenedores permiten monitorizar su llenado, enviando alertas cuando es necesario vaciarlos, lo que reduce el consumo de recursos y mejora la eficiencia del servicio.

El alumbrado público también se está transformando gracias a la IA. Las lámparas inteligentes, capaces de ajustar su intensidad según las condiciones ambientales y las necesidades específicas, no solo reducen el consumo de energía sino que también mejoran la seguridad y la comodidad en los espacios urbanos.

Hacia un futuro urbano inteligente y sostenible

“La Inteligencia Artificial está revolucionando la forma en que las ciudades se gestionan y operan, transformándolas en espacios más eficientes, seguros y sostenibles”, afirman desde Entelgy. A medida que más ciudades adoptan estas tecnologías, es crucial que se implementen de manera responsable, aprovechando todo el potencial de la IA para crear entornos urbanos que realmente mejoren la vida de todos sus habitantes.