Cómo Jeff Bezos quiere conquistar el espacio
El CEO de Amazon mostró esta semana las entrañas de Blue Origin, su compañía que quiere enviar a turistas al espacio en 2018.
Jeff Bezos tiene un nuevo juguete. Con Amazon funcionando viento en popa y pasada la novedad de ser dueño de un periódico como The Washington Post, hace ya un tiempo que el rey del ecommerce tiene su mirada puesta en otro lugar: las estrellas. Ese es su nuevo objetivo de conquista y ni siquiera lo contempla como un futuro muy lejano. Quiere conquistar el espacio igual que conquistó la Tierra, y cuenta con empezar a hacerlo ya en 2018.
Esa es una de las cosas que aprendimos esta semana cuando Bezos abrió las puertas de Blue Origin, su compañía centrada en el espacio, a periodistas ansiosos por descubrir lo que el CEO de Amazon tenía que decirles. No decepcionó: estuvo cuatro horas con ellos, les hizo un tour por las instalaciones y contestó a todas las preguntas. Y dejó claro que la cosa va en serio. Aunque hasta ahora no se supiese casi nada de Blue Origin -han funcionado con mucho secretismo -lo cierto es que están ya casi preparados. El año que viene enviarán los primeros cohetes con pasajeros de prueba. En 2018, las naves estarán preparadas para los primeros turistas espaciales.
El propio Jeff Bezos, que asegura pensar en cohetes y en el espacio desde que tenía 5 años, será uno de esos pasajeros de las primeras misiones de prueba el año que viene. “Sí, quiero ir al espacio, pero quiero hacerlo en los vehículos de Blue Origin. Puedes comprar asientos en Soyuz, pero no es lo que me empuja, quiero cambiar toda la estructura de gastos de acceso al espacio. Pero sí, quiero ir e iré”, aseguró.
Lo cierto es que en realidad Blue Origin no es nada nuevo, aunque no haya llenado muchos titulares hasta ahora: Bezos montó la compañía en el año 2000, con la idea de encontrar una alternativa para llegar al espacio a los clásicos cohetes que despegan y llegan al espacio gracias a una poco eficiente combustión de químicos (llegaron a la conclusión de que no existe esa alternativa). Empezaron a desarrollar cohetes en el año 2005 -el plan es conseguir ingresos también vendiéndoselos a otras compañías -, pero siempre sin llamar la atención. Se sabía que estaban trabajando en el tema, pero no los planes exactos ni cómo les iba.
Un paso necesario para la humanidad
Jeff Bezos no es el único milmillonario de la tecnología fascinado por el espacio. Los proyectos de Elon Musk con SpaceX son bastante conocidos, y Google también tiene a científicos estudiando el tema. La idea principal es la misma: intentar llevar la exploración espacial a la esfera privada, que los viajes al espacio sean algo abierto a turistas y, como fin último, allanar el camino para ese momento en el que los humanos nos podamos establecer en otros planetas.
El CEO de Amazon cree que esto no es tanto un sueño de ciencia ficción como una necesidad real que tendremos en unos años: el consumo de energía aumenta entre un 2 y un 3% cada año, lo que significa que en unos siglos, si nada cambia, “estaremos usando toda la energía solar que impacta sobre la Tierra”, lo que es “un límite real”. ¿Dónde hay más fuentes de energía inexplorada que podríamos explotar? Efectivamente, en otros lugares del sistema solar.
Bezos ve un futuro en el que las minas de extracción de minerales y las fábricas que lo refinan y convierten en fuente de energía o material para productos tecnológicos no están en la Tierra, sino en otros planetas. La Tierra quedará para uso residencial y algo industrial (pero poco), pudiendo volver a cuidar más la naturaleza.
Por supuesto, eso es un futuro lejano. De momento Blue Origin se centrará en el turismo espacial y la venta de motores de cohetes a otras compañías. Bezos dice también que la la compañía lo hizo siempre todo de forma discreta no tanto porque quisieran mantener el secreto, sino para no levantar expectativas poco realistas. Lo de llevar turistas al espacio en 2018 no es una promesa que no llegará a nada, parece decir Bezos. Si lo decimos es porque lo vamos a hacer.