¿Cómo enseñar a los menores un buen uso de Internet?

Navegan por la red y utilizan los dispositivos tecnológicos sin conocer sus peligros. La educación de los más jóvenes es fundamental para evitar los posibles riesgos de un nuevo estilo de vida.

Los balones y bicicletas ya no son su mayor deseo. Viven enganchados a tabletas y smartphones, en constante interacción con sus amigos. El 97% de los niños de 13 años utiliza internet, según los últimos datos del INE. Además, 8 de cada 10 menores de esa misma edad disponen de un teléfono móvil, por lo que la conclusión es evidente: el progreso de la tecnología ha cambiado, radicalmente, las maneras de comunicarse de los más pequeños.

Los artilugios más sofisticados son productos cotidianos para la gran mayoría de los jóvenes. Su acceso a la explosión tecnológica se experimenta de forma natural. “Los niños y adolescentes han convivido con las tecnologías desde su infancia. Fascinados por redes sociales y videojuegos, han encontrado un canal de comunicación, conocimiento y ocio. Las nuevas tecnologías son en la actualidad un elemento importante e imprescindible en sus vidas”, destaca Susana de la Fuente, coordinadora del Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO).

El mundo está cambiando. Los patrones de educación y diversión han evolucionado enormemente de una generación a otra. “Antes, un chico llegaba del colegio, cogía el teléfono fijo y llamaba a su mejor amigo, después de haber estado ocho horas con él en el pupitre de al lado”, afirma Óscar Casado, director Jurídico y de Privacidad en Tuenti. “Después de la telefonía, apareció internet y, con ella, las redes sociales y demás herramientas de comunicación social”, continúa.

La tecnología no es ni mucho menos negativa, pero se debe conocer su correcto uso. Por la red pululan amenazas y la prevención de los posibles peligros resulta fundamental. En este contexto de progreso tecnológico, “el grado de madurez y desarrollo asociado a la minoría de edad provoca que sea un colectivo de especial vulnerabilidad. Esta circunstancia determina que se deba prestar una atención particular a los riesgos que afectan a los niños”, sostiene De la Fuente.

Pese a que el grado de información de los usuarios, en materia de seguridad, cada vez es mayor, Casado resalta la “necesidad de fomentar la cultura de la privacidad en Internet, a través de la educación, formación y la concienciación”.