Cómo blockchain puede cambiar la forma de construir marcas
Blockchain permite a las marcas apoyar a comunidades autónomas descentralizadas, que ayudarán a las empresas a crear un valor añadido para sus productos.
En los últimos meses, la tecnología blockchain ha vivido un boom. Hace un año blockchain era un casi desconocido concepto asociado a Bitcoin, pero actualmente hay docenas de aplicaciones que la utilizan. Además de una nueva tecnología, blockchain supone un cambio de paradigma en la forma en que se organiza un grupo de individuos.
Los grupos que usan blockchain siguen un cierto conjunto de reglas que les permiten confiar unos en otros; reglas basadas en la transparencia, confianza y descentralización. Blockchain consolida la confianza entre personas distantes o desconocidas entre sí a través de las declaraciones acerca de las acciones de cada uno, que son bloqueadas usando algoritmos matemáticos de tal manera que nadie pueda modificarlas.
¿Cómo pueden aprovechar blockchain las empresas? Tengamos en cuenta que el común de los consumidores tiene muy en cuenta la confianza en las marcas, y que durante décadas, las compañías han aprovechado nuestros datos para potenciar comunidades descentralizadas que alimentan sus estrategias de adquisición de clientes y branding.
La clave para estas comunidades de marca es que existen por y para la comunidad. Si bien la empresa no está oficialmente vinculada a estas comunidades descentralizadas, sí reúne a personas con intereses similares y aunque no gestione, supervise o desempeñe un papel en sus eventos, se beneficia de las actividades de la comunidad que aumentan su rentabilidad.
Es en este aspecto, blockchain muestra señales tempranas pero prometedoras de impulsar un tipo completamente nuevo de organizaciones denominadas organizaciones autónomas descentralizadas. En la práctica, eso significa que será posible la existencia de organizaciones sin jerarquía, ni siquiera implícita.
Estas organizaciones permitirán a las marcas y corporaciones apoyar oficialmente a las comunidades globales alrededor de sus marcas. La empresa sólo será responsable de definir la constitución de la comunidad y sin jugar ningún otro papel. Serán los miembros los que impulsen enteramente a la comunidad.
De cara al futuro, el surgimiento de estas comunidades podría propociar, según Jordan Odinsky y Mohit Mamoria, que las empresas del futuro no se limiten a proporcionar valor a través de productos o servicios, sino también a través de la comunidad.
Como consecuencia, los mayores negocios de la próxima década también tendrán una poderosa comunidad evangelizadora. Los productos no se venderán sólo por el valor que ofrecen, sino por la comunidad a la que darán acceso una vez comprados. Junto con los productos y servicios, las comunidades impulsadas por blockchain podrían ser la nueva norma para las empresas de la próxima década.