Cómo asegurar una experiencia de alta calidad para el Internet móvil

Los clientes demandan cada vez más poder tener acceso a los servicios de banda ancha en movilidad, debido en gran parte al gran abanico de nuevos y potentes dispositivos móviles. El nuevo iPhone 3G, que ha sido lanzado el 11 de julio por primera vez en España, supone una transformación del mercado móvil y promete a sus usuarios acceso a los últimos servicios empresariales, personales y de entretenimiento.

Como es de esperar, los nuevos dispositivos móviles y los servicios de Internet consumen más ancho de banda y crean mayor demanda sobre las redes móviles, que aún se centran de manera importante en el tráfico de voz. Por ejemplo, en las navidades de 2007, la primera versión del iPhone generó 50 veces más tráfico en Google Search que cualquier otro dispositivo móvil en los países donde se comercializó. Además, el iPhone normalmente consume más ancho de banda que sus competidores, ya que sus servicios no están comprimidos (100 MB al mes para el iPhone comparado con los 10 MB de un smartphone BlackBerry).

En respuesta a esto, los operadores necesitan aumentar la capacidad de red, garantizando a la vez una calidad de servicio (QoS) superior.

Así y todo, la proliferación de los servicios de internet móvil – en gran parte potenciada por los dispositivos más intuitivos – se está rápidamente convirtiendo en una realidad. Los operadores móviles en España llevan diez años invirtiendo en Internet móvil, gastando 1.400 millones de euros sólo en 2007 para incrementar la capacidad de la red. Como consecuencia, el Internet móvil creció a un ritmo aproximado del 20,4% durante 2007, según la CMT.

Pero mientras los operadores móviles evolucionan sus redes inalámbricas de manera continua para dar apoyo a esta explosión de ancho de banda, no todo se resume en añadir capacidad. De hecho, la calidad de la red es la característica de Internet móvil que más promueve la satisfacción del usuario.