Semanas en las que se trabaja cuatro días y se descansa tres. Parece una utopía, especialmente en un mundo como el de las startups en los que el modelo más extendido y aceptado es el 24/7. Aunque no estés en la oficina o trabajando, que tu mente no escape nunca de la startup. Que la startup sea tu vida.
Esto, no obstante, no es sostenible, como demuestran muchos estudios y la propia experiencia de cualquiera que lo haya intentado durante varios meses de su vida. El cuerpo humano necesita descansar para trabajar bien, y necesita ser feliz para ser creativo. Por no hablar de la salud en general. ¿Y si la semana laboral de cuatro días fuera la respuesta? Las empresas que la tienen citan listas larguísimas de resultados positivos: mayor productividad, menor absentismo laboral, más facilidad para atraer talento, mejor ambiente… Pero ¿cómo hacerlo?
1. Organización. Como es lógico, no es posible meter el trabajo de cinco días en cuatro si no hay una organización muy clara y detallada. Todo el mundo debe tener claras sus tareas y sus deberes y el trabajo debe ser fluido: elimina los tiempos muertos, las esperas (por ejemplo, a que alguien superior apruebe algo que en realidad no necesitaría aprobación), y confía en que todos los miembros de tu equipo saben qué deben hacer y que son las mejores personas para hacerlo.
2. Elimina las distracciones. Nada de cadenas de email eternas, de reuniones que solo sirven para perder el tiempo, de notificaciones continuas. Son solo cuatro días a la semana, pero cuatro días de concentración intensa en el trabajo. Asegúrate de que ofreces a tus empleados un entorno libre de distracciones (pregúntales también cómo trabajan mejor e intenta adaptarte en la medida de lo posible).
3. Convierte la semana de cuatro días en parte de la cultura de la startup. Si se trata de una opción, si tú como cofundador trabajas cinco o más días, si hay empleados que siguen haciendo horas de más, muchos acabarán volviendo a la semana “normal” por miedo a que parezca que no están lo suficientemente comprometidos con la startup. La semana de cuatro días es para todos.
4. Avisa a clientes e inversores. Esto es clave para evitar problemas y conflictos: asegúrate de que todo el mundo sabe que vuestra semana laboral acaba el jueves y que, si intentan ponerse en contacto con vosotros el viernes no encontrarán a nadie. Si lo presentas como algo positivo que está ayudando a la startup a crecer y ser más productiva, nadie tendrá problemas en contactar con vosotros solo en lunes, martes, miércoles y jueves.
5. Si es necesario, implanta turnos. Dependiendo de la naturaleza del negocio quizá no sea posible cerrar en viernes todas las semanas. Eso no significa tener que renunciar a la semana de cuatro días: organiza turnos para hacer que todos los viernes haya una o dos personas (que librarán esa semana algún otro día).
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