La Comisión Europea presiona a Facebook, Google y Twitter sobre sus condiciones de uso
Las autoridades regulatorias de la UE consideran insuficientes los cambios que las compañías proponen para adaptarse a la normativa vigente en la región.
Los gigantes tech estadounidenses no siempre tienen el escenario más favorable posible en sus operaciones en Europa, al menos en lo que a temas regulatorios en la Unión Europea se refiere. Hace apenas un mes se veía una buena prueba de ello, cuando el máximo órgano de competencia de la UE imponía a Alphabet una sanción de más de 2.4000 millones de euros por abuso de posición dominante a través de su herramienta Google Shopping.
Alphabet es una de las empresas que la Comisión Europea ha vuelto a poner en su punto de mira. La Unión Europea está incrementando la presión sobre la casa madre de Google, Facebook y Twitter para que ajusten sus condiciones de servicio a la legislación europea. Las compañías habían remitido unas propuestas de cambio en marzo como forma de aplacar a las autoridades regionales, explica Reuters, pero éstas las consideraron insuficientes.
Al parecer, las autoridades solicitaron a Facebook, Google y Twitter que mejorasen sus propuestas en junio, dándoles de plazo hasta el 20 de julio para remitir sus respuestas, que deberán aplicarse hacia finales de septiembre.
Las tech de EE.UU se encuentran con mayores limitaciones en Europa que en su territorio de origen en su forma de hacer negocios, tanto a la hora de tratar temas de privacidad de los usuarios como en cuestiones de eliminación de contenidos problemáticos. Estos son algunos de los puntos de polémica, especialmente en lo que se refiere a temas de redes sociales y comunidades.
La agencia detalla, en concreto, desacuerdos en las medidas que proponen las empresas a la hora de eliminar contenidos ilegales y en las condiciones y términos que limitan su responsabilidad y les permiten eliminar unilateralmente el contenido publicado por los usuarios.
En caso de que Twitter, Facebook y Google no se ajusten a las demandas de la Unión Europea, podrían enfrentarse a sanciones.