La Comisión quiere flexibilizar el espacio radioeléctrico europeo
La Comisión Europea anunció
ayer su intención de reformar la distribución que hace cada Estado miembro de su
espacio radioeléctrico, según informa
Europa Press.
La decisión ha sido motivada por las necesidades de flexibilidad y libertad
que imponen las nuevas tecnologías, de forma que se puedan utilizar distintas
bandas que hasta ahora están asignadas a tecnologías concretas.
En la actualidad, cada gobierno distribuye su espacio radioeléctrico, un
modelo de explotación que se ha quedado obsoleto hasta el punto de provocar
interferencias y situaciones de competencia desleal.
De acuerdo con la institución europea, esta distribución obliga a que las
nuevas tecnologías se alojen en las bandas más elevadas del espectro, algo que
no es necesario y que provoca además pérdidas de cobertura y de espectro.
“La organización tradicional rígida y segmentada del uso de las frecuencias
es ineficaz y las nuevas tecnologías son capaces de suministrar una mezcla de
servicios porque las tecnologías se han convertido en intercambiables”, señala
en un comunicado.
La alternativa propuesta por la Comisión pasa por ?dejar que el mercado
decida sobre el número de tecnologías y servicios ofrecidos en una frecuencia de
banda específica?, además de por hacer menos restrictivas las condiciones que
impone cada Estado para el uso de las distintas bandas de frecuencia.
El documento añade igualmente que no hay que temer que este cambio pueda dar
lugar a una fragmentación del sector y pone como ejemplo el caso de Estados
Unidos, donde la flexibilidad, afirma, ha tenido como resultado ?la
consolidación y la armonización?.
Medidas urgentes
Pese a que la modificación propuesta requerirá tiempo, la Comisión ha
apuntado a casos concretos en los que la necesidad de cambio es ?urgente?, como
el uso de la banda de 900 MHz, reservada exclusivamente a la telefonía móvil y
que también podría utilizar los teléfonos
3G.
Asimismo, la banda de 470 a 862 MHz, destinada a la televisión, no será
consumida en su totalidad con la televisión digital, por lo que Bruselas
sugiere la posibilidad de utilizar parte de la misma para otros servicios, como
televisión móvil o la ampliación del
wireless.