En mi incesante búsqueda de periféricos USB completamente absurdos, aquí tenéis el cofre del tesoro controlado para USB. Sirve para meter lo que quieras, obviamente, y luego cerrarlo con total seguridad gracias a una clave secreta que se introduce utilizando un programa desde el ordenador. Por si esto no fuera lo suficientemente endemoniado, cuando abres el cofre del pirata, suena una canción. Espero que por lo menos sea del Fari.