En los procesos de coaching se aprende y se desarrollan habilidades como la comunicación, la gestión de equipos, el liderazgo, la motivación, la gestión de conflictos y la gestión del tiempo.
El
perfil de los asistentes se corresponde con ingenieros, profesionales y consultores de TIC, jefes de proyecto, team leaders y managers. El objetivo es generar nuevos hábitos de comportamiento y, para ello, cada participante durante el taller aprende nuevas herramientas y establece un objetivo personal relacionado con un área de mejora. A partir de ahí, trabaja aprovechando sus puntos fuertes, elabora un plan de acción y, para el seguimiento de las tareas y actividades de su plan, realiza sesiones de coaching individual con un coach ejecutivo.
Los directivos de las empresas de TIC indican que con estos talleres se crea
en las empresas una cultura de coaching ejecutivo que tiene innumerables beneficios: incrementa la satisfacción en el trabajo, la motivación, la colaboración, el trabajo en equipo y otros beneficios intangibles. Por tanto, debe integrarse con procesos internos como la formación y los planes de desarrollo profesional.
Los profesionales de TIC valoran muy positivamente el apoyo que les presta el coaching ejecutivo. Están habituados a trabajar en entornos de alta competitividad y con un alto nivel de exigencia. La criticidad de las aplicaciones supone que paradas no planificadas de los sistemas supongan importantes pérdidas a nivel económico, pérdidas de credibilidad para las empresas y, por tanto, dificultar el cumplimiento de los objetivos. La presión en las organizaciones baja como la espuma desde los niveles más altos de los organigramas hacia los puestos técnicos, que deben reestablecer el servicio en momentos de crisis en tiempo récord. El desarrollar y el trabajar el potencial de los profesionales y de los equipos de TIC permite abordar estas situaciones con mayor solvencia.
En cuanto a los directivos de TIC, éstos trabajan a través del coaching ejecutivo algunas competencias adicionales tales como el liderazgo, la gestión del talento y la visión estratégica empresarial, entre otros. En los procesos de coaching individual es habitual que se planteen trabajar objetivos centrados en cómo desarrollar su carrera profesional aplicándolo a un puesto superior, su sucesión (para empresas familiares), cómo abordar nuevas líneas de negocio o cómo ser más organizado. También es creciente la demanda de procesos basados en coaching de equipos para Comités de Dirección y equipos comerciales (que incluyen managers, account managers, preventas, administrativos y financieros).
En conclusión, podemos destacar que
crear una cultura de coaching en las empresas de TIC beneficia al negocio. No se trata simplemente de formación, ni tampoco podría alcanzarse un resultado óptimo formando en coaching a todos los miembros de las organizaciones. El secreto está en seleccionar a la gente correcta e invertir en su desarrollo para hacer que el coaching se extienda en cascada a toda la organización.