Mientras que en Kentsfield Intel une dos dies Conroe en el mismo packaging, Clovertown hace lo propio, pero con dos Woodcrest, los procesadores dual-core para servidores que Intel presentó hace unos meses.
La nueva serie llegará con cinco modelos iniciales: Xeon X5355 a 2,66 GHz, Xeon E5345 a 2,33 GHz, Xeon E5320 a 1,86 GHz y el Xeon E5310 a 1,66GHz. Acompañándoles está el ya existente QX6700, un micro Kentsfield quad-core orientado a estaciones de trabajo y ordenadores de alta gama.
La denominación de estos modelos tiene dos puntos importantes a señalar: los modelos que acaban en un ‘5’ disponen de un bus a 1333 MHz, mientras que los modelos que acaban en ‘0’ lo tienen a 1066 MHz. Además de eso, la letra ‘X’ identifica a los procesadores con un TDP (Thermal Design Power) de 120 W, mientras que los que empiezan por ‘E’ disponen de un TDP de tan solo 80 W.
Existen una serie de consideraciones que también juegan un papel fundamental a la hora de evaluar la posible compra de estos procesadores. La primera de ellas es el verdadero rendimiento que se puede alcanzar con ellas. El famoso portal 2CPU.com ha aglutinado una serie de pruebas que evalúan el rendimiento de Clovertown frente a los anteriores micros Xeon basados en Woodcrest y, cómo no, frente a los Opteron 285 dual-core, la competencia actual de Xeon.
Las conclusiones de esos análisis han sido claras, y tal y como sucedía en el caso de los Kentsfield, es evidente que las aplicaciones multihilo capaces de dividir su ejecución en varios hilos procesados por los distintos núcleos muestran un rendimiento sobresaliente. No obstante, el número de aplicaciones disponibles con este tipo de diseño es aún escaso, pero afortunadamente las aplicaciones servidoras toman muy en cuenta ese factor.
El segundo aspecto determinante a la hora de tomar esa decisión es el consumo, y parece que Intel ha resuelto de manera brillante este apartado, ya que al utilizar núcleos Woodcrest de hasta 2,66 GHz (el Woodcrest más rápido alcanza los 3,0 GHz) han conseguido situar el TDP en 110 W, una cifra más que notable considerando el rendimiento que pueden llegar a hacer. Obviamente el consumo puede aumentar sensiblemente al aumentar la carga del procesador, pero en general Clovertown es un excelente punto de partida para Intel en el terreno de los procesadores quad-core para servidores.
Por lo tanto, la recomendación de compra en este caso es más clara (Kentsfield resulta aún demasiado caro con respecto a lo que puede ofrecer) ya que los servidores suelen disponer de cargas de trabajo muy orientadas a sistemas de varias vías, y que por tanto pueden distribuirse entre varios núcleos con más facilidad. Y para aquellas que aún no estén programadas con ese concepto, el futuro se presenta realmente prometedor.
Minipunto y punto para Intel, una vez más. µ
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