Claves de planificación para conseguir un centro de datos eficiente
Rosenberger OSI aporta una serie de consejos y recuerda que cada instalación “debe diseñarse para un objetivo concreto”.
Todas las empresas quieren tener un centro de datos eficiente y seguro. Pero, para ello, hay que realizar un proceso previo de planificación que permita superar los retos de un mundo marcado por la explosión de los datos, los ataques de ciberdelincuencia, la competencia feroz y la necesidad de disponibilidad 24/7.
¿Cómo construir la solución adecuada? Rosenberger OSI recuerda que “cada centro de datos tiene una estructura básica diferente” y que, “independientemente de si se va a implantar una ampliación convencional o un sistema modular, debe diseñarse para un objetivo concreto”.
Para empezar, hay que planificar el cableado fijo de forma redundante según el estándar EN 50600 -2-4 para el diseño del edificio. Esta norma gira entorno a ideales como disponibilidad, seguridad o eficiencia energética, incluyendo el posible ahorro.
Rosenberger OSI explica que la planificación temprana del cableado de dato es importante porque, al mismo tiempo que aumenta el ancho de banda requerido también lo hacen las exigencias a la infraestructura pasiva. Este paso debería realizarse junto al suministro eléctrico y la climatización.
Un cableado bien concebido armoniza la optimización de longitudes de transmisión y presupuestos de atenuación con una estructura flexible.
Atender aspectos como la eficiencia energética, la refrigeración, la consolidación adaptada, la supervisión inteligente y la seguridad física, usando sistemas modulares, es fundamental.
El objetivo final será optimizar interfaces de componentes como la infraestructura de TI, las tecnologías de seguridad y detección de incendios y el control de acceso. La clave pasa por una “IT on demand”, con sistemas que se implementan según la demanda y se pueden expandir en cualquier momento.
Los expertos apuestan por la planificación redundante y evitar consumos innecesarios de energía, que supondrían mayores costes de explotación.
La temperatura ambiente recomendada oscila entre 22 y 25 °C, con una humedad relativa del 30-50 %. Esta temperatura de funcionamiento tiene que ser constante.
Otro punto que hay que tener en cuenta son las actualizaciones de las tasas de transferencia de datos. Esto es posible a través de la comprobación proactiva de la infraestructura de TI pasiva mediante prueba BERT o un reflectómetro de dominio de tiempo óptico. Esto es, un OTDR o instrumento de fibra óptica para la resolución de problemas y el mantenimiento de las redes ópticas de telecomunicaciones.
También conviene analizar el cableado mediante microscopía en busca de contaminación.