En dicha demanda se acusaba a la empresa de realizar publicidad falsa a través de correos electrónicos de márketing que han sido calificados de “engañosos”. Los problemas se remontan a finales de 2007, cuando un usuario recibió un correo avisándole de que muchos ex-compañeros de clase habían pedido ponerse en contacto con él.
Eso hizo que pagara gustoso la cuota de registro para tratar de descubrir quiénes eran esos contactos, pero el mail le engañaba, y no había ningún compañero que estuviese intentando conectarse con él. Eso fue el detonante de la demanda que ahora ha provocado el pago de la multa de 9,5 millones de dólares.
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