Cuando la industria comenzaba a hablar del Internet de las Cosas, Cisco ya tenía en mente la necesidad de conectar cualquier dispositivo, cualquier humano y cualquier aplicación. Lo denominaba Internet de Todas las Cosas, un concepto que en la actualidad cobra todo el sentido del mundo debido al potencial que se está extendiendo más allá del centro de datos para llegar al extremo de las redes, donde se prevé que la capacidad de computación supere a la llevada a cabo en los centros de datos. No tanto por el rendimiento, sino por el número de dispositivos conectados y la cercanía con los sensores y fuentes de datos distribuidos a lo largo y ancho del planeta.
Aquí, Cisco tiene mucho que decir ya que desde hace tiempo dejó de operar únicamente el mercado de redes para expandir su negocio a cualquier área de las TIC. Durante el Cisco Live 2019 que se ha celebrado estos días en Barcelona, el fabricante ha cerrado el círculo anunciando una serie de novedades dirigidas precisamente al extremo de las redes, pero siempre con la premisa de formar parte de su plataforma de computación capaz de orquestar cualquiera de esos elementos de forma centralizada.
Desde la industria de la Energía a las Ciudades Inteligentes, pasando por la Manufactura o el Transporte, se hace necesario afrontar una gran complejidad en los proyectos de despliegue de dispositivos, pero además hacerlo con la escalabilidad en mente, así como con una arquitectura de seguridad de extremo a extremo para que nada quede fuera del círculo. De lo contrario, las organizaciones se enfrentan a potenciales brechas de seguridad, cada vez más presentes en estos entornos tan complejos. En este sentido, es destacable la tecnología de seguridad basada en inteligencia artificial y aprendizaje de máquina que inyecta en sus redes: es capaz de detectar patrones de código malicioso incluso cuando el tráfico de red se encuentra cifrado, sin necesidad de desencriptar esa información.
Pues bien, Cisco lleva tiempo desarrollando lo que denomina Redes Basadas en Intención (del inglés Intent-Based Networking y con una traducción al español poco afortunada) para simplificar el despliegue y gestión de cualquier recurso que se encuentre en la red. Y ahora ha extendido esta arquitectura al extremo del Internet de las Cosas, el denominado Edge Computing, tanto a nivel de hardware como de software y de ecosistema. Según clama, se trata de la primera arquitectura integrada de red que se extiende desde el centro de datos al extremo del internet de las cosas.
La parte más tangible del anuncio se encuentra a nivel de hardware, con dos nuevas familias de switches de próxima generación programables, modulares y preparadas para construir pequeños centros de datos distribuidos en función de las necesidades de cada compañía. Se trata de las series de switches Cisco Catalyst IE3x00 y los routers Cisco IR1101. Están diseñados para consumir poca energía y activarse en pocos segundos de forma automatizada (o remota) cada vez que se requiera su uso, además cuentan con todas las capacidades del sistema operativo IOS XE del fabricante. “Cuando se trata de desplegar miles de dispositivos, sus capacidades marcan una gran diferencia”, explicaban los responsables durante su presentación en el Cisco Live 2019. Esa modularidad previamente comentada también ha tenido en cuenta futuros despliegues como los relacionados con la conectividad 5G, de tal forma que no será necesario reemplazar los equipos ya existentes, sino añadir un nuevo componente con dichas capacidades.
Una vez instalado y configurado uno de estos dispositivos, se podrá gestionar directamente desde la misma consola DNA de forma unificada, añadiendo fácilmente visibilidad de todos los componentes que a su vez estén conectados al switch o router. Este detalle es crítico en determinados escenarios donde se manejan miles de fuentes de datos.
Pero de nada sirve tener un potente hardware si no se tienen las aplicaciones correctas que puedan sacarle todo el jugo, por lo que Cisco también ha diseñado un conjunto de recursos y herramientas para que los desarrolladores y su ecosistema de partners puedan proporcionar a los clientes las capacidades que realmente necesitan. Aquí es donde entra en juego Cisco DevNet, el programa que facilita la creación y gestión de aplicaciones, ahora también en el extremo de las redes a través de IoT Developer Center, con todo lo necesario para estos procesos: materiales, herramientas de desarrollo, recursos de soporte y cursos de formación para que los partners puedan construir soluciones y aplicaciones como parte de toda la arquitectura de red de Cisco.
“En IoT, la conversación se centra en los resultados de negocio. Comienza con conectividad securizada como la base de cada despliegue en el Internet de las Cosas. Aportando escalabilidad, flexibilidad y seguridad, estamos convirtiendo la red en un arma secreta para nuestros clientes de IoT”, declaraba Liz Centoni, vicepresidente y directora general de IoT en Cisco, durante su comparecencia ante los miles de profesionales que atendieron el Cisco Live 2019.
Los nuevos dispositivos y servicios ya están disponibles en la red de partners de Cisco.
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