Un grupo de investigadores británicos ha creado Gordon, un cerebro vivo gracias a las neuronas de una rata con el objetivo de facilitar el estudio de los tratamientos para luchar contra las enfermedades neurodegenerativas permitiendo así seguir las reacciones de las neuronas.
Los científicos separaron las conexiones entre las neuronas cultivadas del feto de una rata y las unieron a un disco integrado por aproximadamente 60 electrodos que es el que se encarga de capturar las señales emitidas por las células y las que dirigen al robot.
Gordon tiene la capacidad de realizar acciones humanas y aprende a través de la repetición. Cada vez que éste se acerca a un objeto, unas señales emitidas por los electrodos se dirigen al cerebro y estimulan a las neuronas, que responden enviando la orden de torcer a la derecha o la izquierda para esquivarlo.
Pero este solo es el primer paso para Gordon ya que los investigadores esperan conseguir que el robot aprenda, para lo cual utilizarán distintos tipos de señales y, sobre todo, que vaya memorizando y reconozca el entorno.
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