En una sociedad globalizada como la actual, el cibercrimen es un mal que también se ha internacionalizado. En este sentido, un estudio de Trend Micro y la Interpol, “Cybercrime in West Africa: Poised for an Underground Economy”, advierte sobre el crecimiento “significativo” de la ciberdelincuencia en la región de África occidental.
Tanto las estafas que se centran en usuarios individuales como las que van dirigidas a negocios habrían crecido “exponencialmente” en los últimos años. “Aunque todavía no existe un mercado subterráneo (o underground) real, el ciberdelito está omnipresente en África occidental”, destaca la empresa de seguridad que ha colaborado en la investigación. “Tanto el enfoque de la ciberdelincuencia como la manera en que actúan los autores de las amenazas conducen a un ecosistema cibercriminal diferente de cualquier otro de los que hemos investigado hasta ahora”, indica Trend Micro.
Y “la naturaleza única del problema también presenta su propio conjunto de obstáculos para llevar a estos criminales ante la justicia”. Algunos estarían ganando mucho dinero. Cabe recordar que el año pasado se detuvo a un ciberdelincuente nigeriano tras juntar unos 60 millones de dólares extorsionando a empresas de diferentes partes del mundo.
De acuerdo con el estudio de Trend Micro e Interpol, en África occidental existen dos tipos de amenazas. La primera de ellas está encarnada por los denominados Yahoo Boys, que confían en aplicaciones de Yahoo para relacionarse y que comenzaron a actuar en los años 2000. Estos cibercriminales se inclinan por los pagos por adelantado, estafas contra viajeros, engaños amorosos y actividades no muy técnicas que son supervisadas por un cabecilla.
La otra amenaza la representan los Next-Level Cybercriminals, que dominan ataques de carácter más sofisticado. Aquí entran las amenazas BEC, por ejemplo, que se refieren a los emails de negocio comprometidos. Estos criminales también tienen en cuenta las estafas fiscales. De hecho, la Interpol destaca que “los delincuentes de toda la región se están volviendo más inteligentes desde el punto de vista técnico, y este emergente mercado subterráneo requerirá una respuesta aún más fuerte y contundente desde el punto de vista legal en el futuro, tanto en términos de capacitación para investigadores como de asegurar la legislación correspondiente”.
Una particularidad del cibercrimen africano es que sus delincuentes se comunican entre sí de forma abierta. Quedarían incluso en persona para poner en común prácticas y animar a los miembros más nuevos. Es decir, se apoyan mutuamente. También se hablan por email, como se observa en la infografía (en inglés) que reproducimos a continuación:
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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