Los ciberataques globales y la automatización preocupan a las empresas
La ciberseguridad se ha colado en la agenda de los consejos directivos de las empresas. Malware, bots, ransonware y ataques DDoS son las amenazas que más inquietan.
Las ventajas del mundo hiperconectado en el que vivimos son evidentes, pero también comportan la aparición de múltiples riesgos que ponen el peligro la seguridad de los individuos, las empresas y las administraciones. Los ciberataques Wannacry y Petya son buena muestra de ello, poniendo en evidencia las carencias en ciberseguridad de algunas grandes corporaciones.
En un escenario como éste, las empresas se han dado cuenta de que la ciberseguridad debe ser una prioridad, elevándose hasta las altas esferas. Así, el 85% de los ejecutivos TI aseguran que la ciberseguridad ahora es una preocupación que se discute en el consejo ejecutivo, según se recoge en el estudio ‘Cyber-Security Perceptions and Realities: A View from the C-Suite’, elaborado por Radware a partir de las entrevistas realizadas a los directores informáticos de 200 empresas de Estados Unidos y Europa.
No en vano, el 56% de las compañías reconoce que su compañía ha sufrido un ciberataque en los últimos 12 meses. Incluso hay casi un tercio de organizaciones que asegura haber experimentado dos o tres ataques. La situación es especialmente grave en Europa, ya que tres de cada cuatro empresas admiten que han sufrido un ciberataque en el último año.
¿Pero cuáles son las amenazas que más inquietan en la empresa? El 60% de los directivos encuestados indican que el malware, los bots y el ransomware son los tipos de ataque que podrían ser más perjudiciales para su empresa. En Estados Unidos preocupan más los ataques DDoS que el ransomware.
Además, las compañías empiezan a interesarse por la automatización y oportunidades y consecuencias. El 38% de los responsables informáticos prevén el uso de aprendizaje automático e inteligencia artificial serán los principales recursos para garantizar la seguridad informática en apenas dos años.
Otro aspecto que interesa en el ámbito empresarial es la confrontación entre privacidad y rentabilidad. El 79% de los encuestados opina que el gobierno debería hacer un esfuerzo mayor por proteger la información personal de los clientes, incluso si ello afecta las operaciones diarias.
Por otra parte, las compañías siguen apostando mayoritariamente por la gestión directa de la ciberseguridad, aunque la externalización de este servicio cada vez tiene un peso mayor. De este modo, el 54% de los ejecutivos TI reconocen que prefieren gestionar la seguridad de manera interna.
Y a la hora de afrontar su estrategia de ciberseguridad, los directivos estadounidenses y europeos muestran diferente predisposición ante la contratación de hackers. Mientras que la mayoría de los ejecutivos europeos consultados (58%) afirman que estarían dispuestos a contar con exhackers en su equipo, tan sólo una cuarta parte de los estadounidenses (27%) aceptaría su contratación.