Los ciberataques a empresas se multiplicaron por cinco en 2012

El año pasado, las filtraciones de datos afectaron a 160 millones de personas, un 52% del total de incidentes. Los ciberataques son cada vez más sofisticados.

Los ciberdelincuentes han puesto a las empresas en su punto de mira. En los dos últimos años, los ciberataques dirigidos a empresas privadas se han quintuplicado a escala global, pasando de un escaso 8% del total de incidentes en 2010 hasta un preocupante 52% en 2012, según los datos del estudio ‘Data Loss Barometer’ de KPMG, que hace un seguimiento de las tendencias globales de pérdida, fuga y robo de información.

Sólo en 2012, las filtraciones de datos afectaron a más de 160 millones de personas a causa de 835 incidencias distintas, lo que supone un incremento de más del 40% con respecto al año anterior. Los ciberataques representaron el 67% de la pérdida de datos por número de incidentes.

Sobre esta tendencia creciente al robo de datos de compañías privadas, Ramón Poch, socio responsable del área de IT Advisory de KPMG en España, comenta que “estamos presenciando es una transición desde la pérdida accidental de datos, el robo para buscar notoriedad o simplemente diversión, hacia el robo organizado y deliberado para apropiarse o vender la información“.

El estudio pone de manifiesto la gravedad de estos ciberataques, ya que en 2012, el 46% de los casos en los que se produjeron fallos en los sistemas de la seguridad conllevó la fuga de información personal, como datos personales e información sobre tarjetas de crédito.

Estos datos alarmantes, además, podrían ser sólo la punta del iceberg. Para Poch, “esto es sólo lo que conocemos. Estas estadísticas únicamente suelen incluir incidentes cuando existe la obligación de informar o cuando el fallo en la seguridad ha pasado a ser de dominio público. Los incidentes que suponen la pérdida o robo de datos corporativos que no tienen relación con datos personales no suelen denunciarse”.

Los ciberdelincuentes están cada vez mejor preparados. “En los últimos meses, varias de las mayores empresas del mundo se han convertido en el objetivo de ciberdelincuentes que cuentan con medios cada vez más sofisticados. Ya no se trata de un individuo aislado encerrado en su habitación; en muchos casos son complejas estructuras altamente financiadas y respaldadas las que están a la cabeza de este nuevo fenómeno”, advierte el responsable de KPMG.