China, espía sin licencia
Los ordenadores del Dalai Lama dieron la voz de alarma, pero la investigación más profunda dejó al descubierto una red de espionaje global, que afecta a más 103 países.
La fuente de infección: China. Quién está detrás es todavía un misterio. Las víctimas, tanto individuos como Administraciones gubernamentales.
El mecanismo de contagio ha sido tan tradicional como eficaz: el envío de mensajes con adjuntos infectados ha creado una red que permite controlar el equipo e incluso sus periféricos.
Entre los países que ya se saben afectados se encuentran, entre otros, Irán, India, Corea del Sur, Taiwán, Portugal o Alemania.
Por el momento, y aunque los intereses estratégicos podrían ser muy elevados, no se ha demostrado que el Gobierno chino participe de la red, como publica Vnunet.
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