Chilecon Valley: por qué todas las startups quieren ir a Chile
El programa Startup Chile ha colocado al país sudamericano en el centro de muchas conversaciones sobre emprendimiento. ¿Es el próximo Silicon Valley?
El contagio a otros países
A pesar de las dificultades, el éxito de Start-Up Chile, por lo menos a nivel mediático, es innegable. Aunque luego al final no logre su ambicioso objetivo (aunque parece que van por el buen camino), han conseguido ya algo muy complicado: poner a Chile en el mapa internacional de las startups tecnológicas y crear movimiento emprendedor en el país.
El interés que ha despertado en la comunidad internacional queda claro tan solo echando un vistazo a las cifras de participación. En el plazo para presentarse a al sexta ronda del programa, Start-Up Chile recibió 1421 solicitudes de 60 países diferentes, cuando comenzaron con “escuetas 200 o 300 postulaciones por proceso”, como explica Melo. El contagio a otros países era tan solo cuestión de tiempo.
En Perú, por ejemplo, el ministerio de industria acaba de anunciar que están trabajando para colocar 20 millones de dólares para ayudar al despegue de las startups tecnológicas, buscando emular en parte lo logrado por Start-Up Chile. Lima parece haberse convertido en el centro de un nuevo movimiento de emprendedores en tecnología gracias, en parte, a programas como Startup Academy y Lima Valley.
Brasil y Argentina son otros dos centros en los que parece estarse cociendo algo. Ambos países tienen ya desde hace algunos años sus pequeñas redes de inversores (muchas veces llegados de Estados Unidos, algo que también suele interesar) y sus programas de aceleración de Start-Up. En cuanto a las infraestructuras, también están ahí: Amazon Web Services, por ejemplo, ya tiene un centro de datos en Sao Paulo.
En definitiva, Chile en particular y Latinoamérica en general son lugares que no hay que perder de vista al hablar de startups tecnológicas. Quizá el próximo Silicon Valley sí surja ahí.