CES 2014: el triunfo de la wearable technology

El resto: videojuegos e híbridos

La industria del videojuego lleva ya muchos años presente en el CES, pero siempre había jugado un papel más marginal. Este año, no obstante, hubo varias novedades que hicieron que se hablase mucho de ella. Sony llenó bastantes titulares, ya que aprovechó su conferencia de prensa para presentar Playstation Now, un nuevo sistema que permitirá jugar en streaming desde varios modelos de Playstation o incluso desde la televisión.

Pero quizá de lo que más se habló en el mundo del videojuego en el CES 2014 fue de las Steam Machines. No hace ni un año que Valve introdujo SteamOS y el concepto de estas consolas que llevan los juegos de PC a la televisión, pero los fabricantes de hardware se han puesto ya manos a la obra: Valve enseñó en el CES las contribuciones de 13 fabricantes, entre los que están Dell, Cyberpowerpc, Gigabyte o Falcon Northwest.

¿Y el mundo del PC tradicional? ¿Ya no hay ordenadores en el CES? Lo cierto es que en este aspecto no hubo demasiadas novedades, aunque sí quedó clara una tendencia que ya apuntaba fuerte el año pasado: estamos en la era de los híbridos. En un mundo tomado por los dispositivos móviles, ¿cómo convencer a un consumidor de que compre un portátil en vez de una tableta? Los fabricantes se han volcado en la solución: hacer portátiles cuya pantalla se pueda separar del teclado, quedando convertidos en tablets, como hicieron Toshiba y Lenovo.

Otra forma de hibridación fue la de presentar portátiles (o portátiles-tablets) con un sistema operativo dual. Asus, por ejemplo, presentó un híbrido que en modo portátil es Windows, pero que se convierte en tablet Android al separar el teclado; así como Micromax, una firma india que también apostó por este formato.

¿Tendrán todas estas tendencias éxito y serán los nuevos objetos de deseo de los consumidores? ¿O se limitarán a llenar las estanterías de las tiendas de electrónica y coger polvo? Solo el tiempo dirá qué productos se convierten en los nuevos tablets y cuáles siguen la suerte de las televisiones 3D. De momento los fabricantes han puesto las cartas sobre la mesa. Ahora todo está en manos de los consumidores.