Los CEOs que más cobran, los menos queridos
Los empleados también apoyan a aquellos directores ejecutivos que son al mismo tiempo fundadores y a los que consiguen un buen rendimiento financiero.
¿Qué convierte a un CEO en un buen CEO, en un CEO respetado y querido por sus empleados? Eso es lo que se ha preguntado Glassdoor en su estudio “What Makes a Great CEO?”, del que ya se han revelado sus resultados.
De acuerdo con la opinión de los propios trabajadores, uno de los factores que influyen en esa percepción es el sueldo. Los directores ejecutivos que cobran mucho suelen tener índices de apoyo más reducidos. Si bien, dice Glassdoor, esto puede ser compensado por una cultura empresarial bien fuerte.
“Hay una relación directa entre la forma en la que los empleados ven a su CEO y cómo se sienten acerca de su cultura de empresa. Los CEOs y los líderes que cultivan una fuerte cultura empresarial, ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional a los empleados y la gestión de formación para líderes de alto nivel fuertes, por lo general obtendrán mayor aprobación de sus empleados”, explica Andrew Chamberlain, economista jefe de la compañía que ha elaborado el informe. Además, “los empleados que se encuentran más satisfechos van a ser más productivos, lo que afecta al resultado final”.
Por otra parte, los trabajadores parecen dispuestos a sacrificar el equilibrio entre vida personal y laboral a cambio de un líder que resulte inspirador, y hasta visionario. En este sentido y aunque suene chocante, una conciliación tirando a pobre va asociada a CEOs bien vistos.
Otros factores que se tienen en cuenta son la procedencia del directivo y el rendimiento financiero de la empresa. Aquellos CEOs que han fundado la empresa que dirigen están considerados mejores que los que han ascendido por promoción interna o que proceden de otras organizaciones. Asimismo, cuanto mejor le vaya a la firma financieramente hablando, más respaldo contará el CEO entre la plantilla.
Lo que parece que no tiene tanto interés para los trabajadores es si el CEO es hombre o mujer, su edad, su formación o educación y el dato de permanencia en el empleo. Al menos, entre los trabajadores estadounidenses.