Los CEO TI que no querrán repetir 2009

Siguiendo la estela de la revista Forbes y su decálogo de CEOs vergonzosos del año, Silicon News ha elaborado un listado de máximos responsables de la industria TI que este año recibirán carbón en la noche de Reyes… o que brindarán con un uno y no más cuando despidan el año.

Quiebras, plantillas levantiscas, despidos... Varios han sido los quebraderos de cabeza de estos máximos directivos de la industria de las tecnologías de la información y de la comunicación, que se han visto en algunos casos superados por los acontecimientos. Al menos uno de los protagonistas de este listado decidió, en el curso de los acontecimientos, tirar la toalla.

Silicon News pone rostro y nombre a los CEOs TI para los que el año 2009 ha tenido mucho más de pesadilla que de año de bienes.

Engaños y mentiras

La lista la abre el directivo TI que ha tenido el extraño honor de convertirse en el único CEO de la vergüenza del año, Ramalinga Raju.

El máximo responsable de Satyam estaba en lo alto de la ola de las grandes promesas de las nuevas tecnologías… hasta que desveló que sobre lo que estaba era, en realidad, sobre “un tigre desbocado del que era imposible bajarse”. Raju estaba detrás del llamado Enron indio o Enron TI, un caso de dobles contabilidades que había convertido a su compañía en una locomotora sin corriente eléctrica.

Y en la lista de las mentiras y los engaños podría entrar también Cristina Domecq, la fundadora y CEO de Spin Vox. Este verano una investigación periodística desveló que el software que transcribía anónimamente los mensajes de voz para convertirlos en sms eran, en realidad, aplicados ciudadanos filipinos.


Didier Lombard, France Telecom
Volver al inicio

El CEO de France Telecom, Didier Lombard, ha demostrado tener, en un primer momento, escasa y limitada empatía. Lombard ha tenido que hacer frente a una de las crisis más extrañas de la industria, la oleada de telecos suicidas que ha llevado a 25 (o quizás 26) de sus trabajadores a poner fin a sus días.

En un primer momento, Lombard quitó hierro al asunto, soliviantando a la opinión pública. Las complicadas condiciones de trabajo de la plantilla de la francesa crearon conmoción.

Las autoridades francesas intervinieron en el día a día de la empresa, Lombard perdió a su número dos y la compañía se ha aventurado en un plan para salvar la salud mental de su plantilla.



Mike Zafirovski, Nortel.
Volver al inicio

Zafirovski es ya una vieja figura del panorama TI, puesto que en agosto dejó la compañía a la que se había visto ligado en sus peores momentos. Zafirovski era el timonel del barco de la canadiense Nortel cuando la compañía chocó con el iceberg de la bancarrota.

Nortel está en concurso de acreedores desde enero y Zafirovski aguantó hasta el final del verano. Según filtraba The Wall Street Journal en la víspera de su adiós, el directivo no tenía ningún interés en continuar en una firma condenada.

Su amplio curriculum como salvador de firmas en problemas no le había servido de nada en la canadiense, donde su reacción llegó demasiado tarde.


Ian Livingston, BT
Volver al inicio
Aunque en sus últimos resultados publicados, British Telecom muestra síntomas de mejoría, es posible que su CEO, Ian Livingston, no esté muy dispuesto a revivir un año como el que está a punto de acabarse.

25.000 despidos en un año no son unos números muy positivos y, aunque la dirección de la firma echó mano de iniciativas tan novedosas como ceder empleados como quien cede jugadores de fútbol, invitan a olvidar la temporada.


Paul S. Otellini, Intel
Volver al inicio
Otellini querrá olvidar 2009 por el sablazo que ha supuesto a su bolsillo: una multa multimillonaria que ha batido todos los records habidos y por haber en Europa.

La Comisaria de Competencia, Neelie Kroes, impuso a la estadounidense el pago de  1.060 millones de euros por prácticas poco competitivas en el mercado. Resumiendo: Intel pagaba a una distribuidora por no vender equipos con chips de la competencia y presionaba a los fabricantes de equipos para que sus PC fuesen siempre Intel inside.

La compañía ha recurrido, pero la cartera de Otellini es posible que aún tenga frío.