Celonis y Ardoq prometen “el gemelo digital definitivo”
Una solución conjunta aprovecha la plataforma de inteligencia de procesos de Celonis y la tecnología de arquitectura empresarial de Ardoq para favorecer la visibilidad y el control.
Celonis y Ardoq unen fuerzas y lanzan una solución que utiliza la plataforma de inteligencia de procesos de la primera y la tecnología arquitectura empresarial de la segunda.
Su propuesta crea “el gemelo digital definitivo” para mostrar la correlación entre operaciones de TI y rendimiento de los procesos en una compañía. La idea de fondo es cerrar la brecha que existe entre las prioridades de negocio y las inversiones en tecnología.
Para esto, la solución cuantifica el impacto que tienen las iniciativas de tecnología de la información (TI o TI, por sus siglas en inglés) sobre métricas clave y ofrece una única fuente de conocimiento para dar forma a una perspectiva multidimensional de la organización. Además, abarca entornos de aplicaciones de diferentes proveedores como solución agnóstica de sistemas.
“Los CIO actualmente deben encontrar un equilibrio entre la gestión del negocio mediante la optimización de IT y su potenciación a través de la transformación digital”, explica Eugenio Cassiano, vicepresidente sénior de Estrategia e Innovación de Celonis.
“Esta nueva solución de Celonis y Ardoq ofrece a los CIO una visibilidad sin precedentes sobre cómo se relacionan las IT y el rendimiento empresarial”, destaca. “Les capacita para tomar decisiones tecnológicas estratégicas más informadas y realizar un seguimiento preciso del impacto empresarial de las iniciativas de transformación de sistemas”.
Erik Bakstad, director general y cofundador de Ardoq, apunta que, “utilizando los datos de arquitectura empresarial de Ardoq y la inteligencia de procesos de Celonis, los CIO pueden ver en tiempo real cómo sus esfuerzos de transformación empresarial están contribuyendo a los objetivos a largo plazo de la organización y aportando el máximo valor”.
“Los directores de sistemas de información comentan con frecuencia lo difícil que es medir el impacto empresarial de sus inversiones en tecnología“, reconoce. “Ahora ya es un hecho”.