Casi la mitad de los empleados abandonarían su puesto de trabajo si no pudieran disfrutar de su vida personal

La empresa de recursos humanos Randstad ha elaborado un informe sobre los aspectos que más valoran los empleados en distintos países. En el caso de España uno de los resultados obtenidos  que el 45 % de los mismos estarían dispuestos a renunciar a sus puestos de trabajo en caso de no poder seguir disfrutando de su vida personal como consecuencia de las características y condiciones de dicho empleo.

Esto implica la gran relevancia que para los empleados españoles tiene la conciliación personal y familiar. Y es que hasta un 65 % de los encuestados otorgan más importancia al ámbito personal que al laboral o profesional, lo que supone una media superior a la de otros 32 países que han formado parte de este estudio, en el que como promedio el 59 % priorizan el ámbito personal al profesional.

Por contra, con un 65 % frente a la media del 60 % en el resto de países que han participado en la encuesta, los españoles se sienten más comprometidos con sus empresas. También estarían más dispuestos a percibir salarios inferiores si con ello se ayudara a mejorar la sociedad, con un porcentaje del 42 % frente al 34 % de los empleados del resto de países.

De hecho, un 42 % de los empleados encuestados reconocen haber abandonado su empleo al no poder compatibilizarlo con su vida personal. Se añade la circunstancia de que hasta un 29 % de los trabajadores españoles preferirían estar en situación de desempleo antes que ser infelices en su trabajo, añadiendo el informe que un 56 % preferiría no trabajar si no tuviese que afrontar ninguna obligación económica.

Preferencias según la generación

Por rangos de edad son los jóvenes quienes otorgan más importancia a la vida personal:

1. Generación Z (nacidos entre 1994 y 2004): 56 %
2. Millenials (nacidos entre 1981 y 1993): 55 %
3. Baby Boomers (nacidos entre 1955 y 1965): 38 %

Quienes más priorizan la felicidad personal frente a la carrera profesional son los Millenials y los integrantes de la Generación Z, quienes prefieren estar desempleados a estar en un trabajo que les haga infelices.