ONO, actualmente controlada fundamentalmente por cuatro fondos de inversión, pasará con toda seguridad a manos de Vodafone esta misma semana. La sustanciosa oferta del operador británico les ha convencido además de otros factores como podrían ser la habitual incertidumbre de los mercados, el imprevisible dinamismo del sector de las telecomunicaciones o hasta las potenciales convulsiones que podrían derivarse de la situación geopolítica como consecuencia de la actual situación de crisis en Ucrania.
El presidente de ONO, José María Castellano, da por hecha la compra que además de contar con el beneplácito del consejo de administración de la empresa está firmemente apoyado por los mencionados fondos de inversión que cuentan con una participación mayoritaria en el accionariado. CCMP, Providence y Thomas H Lee (un 15 % cada uno), General Electric y Quadrangle (9 % cada uno) ya habrían pactado el acuerdo al que también apoyarían otros accionistas de referencia como Caisse de Depots de Quebec (7 %), Eugenio Galdón (fundador de ONO, y actual propietario de un 6 % de acciones de la empresa) y el Banco de Santander (4 %).
La oferta de compra por parte de Vodafone supondría un desembolso mínimo de 7.000 millones de euros y la asunción de la deuda de ONO, cifrada en 3.300 millones de euros por parte de los accionistas. La contrapartida es que esta operación sería incompatible con la salida a Bolsa de ONO, que venía anunciándose en los últimos tiempos.
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