Carácter latino
Según un informe de Sophos, España es el segundo país europeo en producción de spam. Después de la lava de El señor de los anillos, es lo más importante que hemos aportado a la tecnología.
Sophos ha presentado un informe que señala España como el segundo país productor de spam en Europa y el quinto mundial. Cuando aparecen balances semejantes, da la impresión de que los españoles nos sentimos orgullosos de ello. Nos gusta salir en primera plana aunque el motivo a veces es mejor olvidarlo en las páginas interiores. Quizá la emoción de las ecuaciones de Einstein ha influido en la percepción posterior del carácter en la tecnología.
Puede que los españoles no destaquemos en muchos campos, pero lo que hacemos lo hacemos con carácter. No es casualidad que hicieran a Gladiator hispano, ni que en el futuro orweliano de El dormilónde Allen se hablara de los españoles como el modelo semental del futuro. Hay muchos ejemplos de esa visión que tienen desde fuera, heredera de la España que transmitieron Hemingway, Welles y Picasso. Pero no sólo es cómo nos ven desde fuera, sino cómo nos vemos a nosotros mismos.
Por ejemplo, parece que somos punteros en el consumo de cocaína. No es una noticia de la que nadie alardee abiertamente, pero en nuestro fuero interno está ese poso de orgullo por ser los primeros en algo, lo que sea. Algo así como: ?Hemos hecho el ridículo en el Mundial, ¡pero somos los primeros con la coca!?
La excepcionalidad es la marca nacional. Un viejo amigo político me decía que no tenemos nada que envidiar a los americanos: cuando se trata de asesinar, somos tan buenos como cualquier otro; o incluso mejores. Un tipo de orgullo difícil de clasificar. Ahora resulta que somos los campeones del spam. Qué le vamos a hacer. Allá donde vamos, cargamos a la espalda nuestro sello propio. Carácter latino.