Cambios estructurales
La penetración de Internet en las actividades más cotidianas muestra cómo España debe adaptarse a las Nuevas Tecnologías y no morir en el intento.
La manida frase de “vuelva usted mañana”, que define a la perfección el funcionamiento tradicional del estamento administrativo español, se ha vuelto obsoleta según los últimos datos. La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre ha desvelado que más de medio millón de personas emplean la firma electrónica.
La agilidad del medio digital va a permitir ahorrar tiempo y dinero no sólo a la hora de esperar colas interminables para completar los trámites de papel, sino que facilitará el logro de un mayor índice de conocimiento en cuanto al entramado que conforma el Ministerio.
Además, la proximidad del ciudadano y de la Administración refuerza el interés del Gobierno por dar cobertura a la Sociedad de la Información al tiempo que el acceso a las Nuevas Tecnologías cobra un dinamismo que, de continuar la línea en alza, posibilitará el cambio estructural que España necesita para entrar de pleno en la era cibernética.
La relevancia de Internet se vuelve cada día más patente en nuestras actividades cotidianas de modo que sólo queda un último recurso: o nos adaptamos a los avances informáticos y avanzamos con el tren europeo o morimos en el intento.