La tecnología conocida como “Content ID systems”, que se encarga de la detección automática de los vídeos que suponen violaciones de copyright, ha recibido un lavado de cara de parte de Google que mejora su eficiencia.
Básicamente, han perfeccionado los algoritmos de detección con el fin de evitar los falsos positivos.
Por otro lado, se ha cambiado el proceso de reclamación contra un contenido que viola los derechos de autor, ya que hasta la fecha un vídeo considerado como infractor del copyright era retirado de la circulación sin que los usuarios pudieran evitar esa medida.
En ese sentido se explica que la responsabilidad final de retirar esos contenidos que han sido detectados por los sistemas de Google, recaerá ahora sobre los propietarios de los derechos que podrán dar su visto bueno a la eliminación de un video o aceptar su publicación.
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