El calor humano puede convertir a los móviles en aparatos verdes
Las baterías de los teléfonos móviles son unos de los elementos de estos aparatos más contaminantes, gracias a los materiales en los que se fabrican. Pero además implican un gasto energético constante, porque su vida útil está limitada al tiempo que dure la carga que el usuario ha introducido tras conectar el aparato a la red eléctrica.
Un inventor suizo acaba de eliminar al menos uno de estos pasos de la ecuación, construyendo una batería termodinámica que podría sustituir a las baterías actuales de los móviles y que se recarga con un elemento escasamente continamente, el calor humano.
El doctor Wulf Glatz ha recibido el Swisselectric Research Award en su edición 2009 y que se falló en la jornada de ayer en Ginebra por este descubrimiento. La batería utiliza una generadores termodinámicos para convertir el calor en electricidad, para ello, y tal y como explican en el acta del jurado, utilizan la diferencia entre la temperatura del usuario y la ambiental.
Además, los costes de introducir la batería en los aparatos también son muy bajos, gracias al trabajo de Glatz, que utiliza materiales baratos como el plástico.
Según el acta del jurado, se espera que esta tecnología llegue al mercado en unos dos años. Llevar el móvil cerca del corazón tendrá, a partir de entonces, más sentido que tirarlo en cualquier bolsillo del bolso.