Buenos resultados en el experimento con la semana laboral de cuatro días en Reino Unido
En un 95 % de los casos la productividad se ha mantenido o incluso ha mejorado en las empresas que han optado por la semana laboral de cuatro días.
La pandemia, con su confinamiento domiciliario y su trabajo, supuso un aldabonazo en muchas empresas para la relación laboral con la presencialidad y el teletrabajo, pero también incluso con la reformulación de la propia jornada laboral.
Hace cuatro meses dio comienzo un particular experimento bautizado 4 Day Week Global, encaminado a indagar sobre las posibilidades de una semana laboral de cuatro días. En el mismo han participado 180 empresas, de las cuales 70 están situadas en Reino Unido.
Ahora, y cuando aún no ha concluido, se han recopilado los datos procedentes de las participantes británicas y la primera conclusión es que el 78 % de los líderes de dichas empresa valoran como positiva esta transición a la semana de cuatro días laborables con apenas un 2 % que han encontrado dificultades en su aplicación, mientras que el 88 % afirman que ha funcionado bien.
Una amplísima mayoría del 86 % de empresas participantes en el experimento han confirmado que tras finalizar el mismo el próximo mes de noviembre mantendrán esta nueva semana laboral de cuatro días. Se da la circunstancia de que casi la mitad de las empresas, un 49 %, afirma que ha mejorado la productividad y un 46 % la consideran estable, con lo que la conclusión es que en un 95 % de los casos la productividad se ha mantenido o incluso ha mejorado en comparación con la semana laboral de cinco días.
Dificultades y ventajas
Lo cierto es que tampoco es sencillo ese proceso de adaptación en el caso de empresas pequeñas o que requieren de personal suficiente como para cubrir turnos de 5 o 7 días, o cuando es necesario reforzar el personal en horas punta.
Por otra parte, y además del descanso para el trabajador que tiene un día libre más cada semana, se ha anotado un ahorro derivado del transporte y del presupuesto destinado al cuidado de los niños que supone unos 3.700 € anuales, por lo que se trata de un elemento de consideración en un contexto como el actual de crisis y elevada inflación.