Buenas perspectivas para el Internet de las Cosas

Mientras que en 2020 el número de PCs, tabletas y smartphones rondará los 7.300 millones de unidades, la red de objetos conectados conocida como Internet de las Cosas (IoT) se situará en 26.000 millones, frente a los 900 millones contabilizados en 2009. Además, la consultora prevé que los suministradores de productos y servicios en este segmento obtendrán un aumento de los ingresos superior a los 300.000 millones de dólares.

Debido al bajo coste que supone añadir conectividad a los productos de consumo, Gartner cree que serán habituales los dispositivos “fantasma” (ghost), es decir, los que contarán con ella pero sin sacarla rendimiento.  Esto se deberá tanto a que, aunque incluyan de serie la capacidad para estar conectados, precisan de un software que la active; o a que los usuarios no la ponen en marcha.

Por su parte, las empresas sí que harán un uso intensivo del Internet de las Cosas, y habrá una amplia cantidad de productos vendidos en mercados tan variados como el de dispositivos médicos avanzados, sensores y aplicaciones automatizadas en la industria robótica, en el campo de la agricultura o en el de sistemas de monitorización integrados para transporte de carreteras o ferroviario, distribución de agua o transmisión eléctrica.

“Para el año 2020, el coste de los componentes  habrá bajado hasta tal punto que la conectividad se convertirá en una funcionalidad estándar, incluso con procesadores que cuesten menos de un dólar. Esto brinda la posibilidad de conectar cualquier cosa, de la más simple a la más compleja, para ofrecer control remoto, monitorización y detección”, explica Peter Middleton, director de investigación de Gartner. “La verdad es que, hoy en día, muchas de las categorías de objetos conectados que habrá en 2020 ni siquiera existen. En la medida que los diseñadores de productos desarrollen formas  para aprovechar la conectividad que incluirán los productos inteligentes, esperamos que la variedad de dispositivos se extienda”.