Los reguladores europeos seguirán persiguiendo a Intel por sus prácticas monopolísticas, asegurando que la compañía ha exprimido deliberadamente a su rival, AMD, hasta echarla del mercado.
Tres nuevos cargos de monopolio serán investigados y la Comisión amenaza a Intel con imponerle una nueva multa, que ascendería al 10 por ciento de sus ingresos globales.
Un representante de Intel, Chuck Mulloy, comentó a The New York Times que estos cargos no suponen ningún cambio sustancial respecto a los que ya estableció Bruselas en julio de 2007. Intel, con sede en Santa Clara, insiste en que su comportamiento se ajusta a la ley.
Los reguladores europeos, sin embargo, creen que Intel rebajó el precio de sus chips a la tienda de productos electrónicos alemanes Media Markt a cambio de que la tienda vendiese sólo ordenadores basados en Intel. Dice también que Intel ha pagado a un fabricante para que retrase el envío de una amplia gama de procesadores x86 de AMD y que ofreció descuentos a este mismo fabricante por la compra de portátiles basados en Intel.
Intel tiene ahora ocho semanas para responder o solicitar audiencia ante la Unión Europea, un procedimiento que debe conocerse ya al dedillo.
vINQulos
The New York Times
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