Bruselas se pone dura con los ciberdelincuentes
Una nueva directiva sobre ciberseguridad que entrará en vigor en los próximos meses contempla penas de cárcel de hasta cinco años por cometer delitos a través de Internet.
La expansión de Internet no sólo está posibilitando avances a nivel de libertad e igualdad de oportunidades, también se está convirtiendo en una plataforma para el crimen.
Y es que prácticamente cada semana conocemos la existencia de algún nuevo programa malicioso o ataque de ciberdelincuencia que intenta aprovecharse de los internautas más incautos.
Ahora, el Parlamento Europeo quiere ponerle freno a esta cara negativa y ha aprobado con 541 votos a favor, 91 en contra y 9 abstenciones una nueva directiva sobre ciberseguridad que contempla penas más duras para los autores de delitos a través de Internet y que será adoptada formalmente por el Consejo “en los próximos meses”.
Por ejemplo, quienes accedan de forma ilegal a sistemas de información y bases de datos, quienes intercepten comunicaciones de terceros y quienes desarrollen o suministren las herramientas necesarias para ello se enfrentarán a una pena máxima de dos años de cárcel.
Dicha pena subirá hasta los tres años en el caso de que se usen botnets y de hasta los cinco años si se acometen ataques contra infraestructuras catalogadas como de carácter crítico, si se causan “daños graves” o si los actos proceden de organizaciones delictivas.
Por otra parte, estará prohibido contratar a hackers para acceder a datos de la competencia y se castigará a las empresas que se beneficien de delitos informáticos.
Además, este cambio en la legislación también supondrá una mayor colaboración entre países miembros, de modo que cuando se produzca un ciberataque, los diferentes estados deberán responder a las peticiones de información urgente por los demás en un plazo de ocho horas como máximo.