Bruselas declara ilegal el acuerdo de intercambio de datos con EEUU
La sentencia del TJUE podría tener serias implicaciones para Facebook y otras empresas tecnológicas estadounidenses que operan en Europa.
El acuerdo que permite la transferencia de datos de ciudadanos europeos a Estados Unidos fue invalidado hoy martes por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). La decisión cierra un proceso judicial iniciado por el ciudadano austriaco Max Schrems contra Facebook en 2011.
Conocido como “Safe Harbor”, el pacto firmado entre la Comisión Europea y las autoridades estadounidenses permitía a las empresas de este país enviar de vuelta a EEUU datos de usuario recogidos en Europa, sin garantizar que esta información estaría protegida de la vigilancia del gobierno de Estados Unidos.
Como parte de su sentencia, el TJUE ha encargado a las autoridades de Irlanda, donde Facebook tiene su sede europea, investigar las actividades de la red social, informa CNET. Tras la conclusión de la investigación, el tribunal tendrá que decidir si la transferencia de datos de los usuarios europeos a EEUU debe ser suspendida “en razón de que el país no ofrece un nivel adecuado de protección de datos personales”.
El fallo podría tener serias implicaciones para Facebook y otras empresas tecnológicas estadounidenses que operan en Europa y que se basan en el acceso a esos datos de usuario para su negocio. Facebook, que ha negado constantemente que coopere en el espionaje del gobierno de Estados Unidos, manifestó por boca de un portavoz que “este caso no trata de Facebook. Lo que está en cuestión es uno de los mecanismos que la legislación europea proporciona para permitir flujos de datos transatlánticos esenciales”.
No obstante, la decisión del tribunal europeo no parece que vaya a cambiar la experiencia de usuario de estos ervicios por parte de los europeos. Simplemente, nuestros derechos y libertades fundamentales garantizados por la legislación de la UE estarán ahora mejor protegidos. Así lo reconoce el propio Schrems, que hoy elebraba la sentencia: “El consumidor medio no verá ninguna restricción en el uso diario, pero se espera que pronto sea capaz de utilizar los servicios en línea y sin poder ser objeto de una vigilancia masiva”.