Tras el destape del escándalo de la NSA en EEUU, y que afectaba a la mayoría de multinacionales tecnológicas y países, muchas empresas empezaron a adoptar una posición mucho más defensiva ante las peticiones gubernamentales para acceder a datos de usuarios. Pero los gobiernos de varios países, no sólo EEUU, no se han tomado bien esta actitud, ejemplo de ello es lo que está ocurriendo con WhatsApp en Brasil.
El problema es que no sólo los usuarios normales usan las aplicaciones de mensajería, también los criminales, y un juez brasileño de Sergipe, Marcel Montalvao, ante la negativa de WhatsApp de ofrecer los datos de los chats descifrados en una investigación de drogas, ha pedido la prohibición de WhatsApp durante 72 horas.
No es la primera vez que se bloquea la aplicación en Brasil, ya ocurrió en diciembre del año pasado, aunque de las 48 horas que iba a durar entonces, sólo lo estuvo durante 12. De hecho, el propio juez Montalvao pidió en marzo el arresto del vicepresidente de de Facebook en Latinamérica, Diego Dzodan.
El resultado de esta prohibición temporal es que otros servicios como Telegram están ganando popularidad en Brasil, así como servicios VPN como Hotspot Shield. Pero en cualquier caso, los 100 millones de usuarios de WhatsApp en Brasil los convierte con mucho en la aplicación de mensajería más usada, y su bloqueo durante 3 días supone un revés más para un país que está envuelto en una importante crisis política e institucional.
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