Paso a paso: Cómo subirte a la era de la IA y no morir en el intento

¿Qué es un Brand Discovery ?

La inteligencia artificial es el fenómeno tecnológico del que más se está hablando. Implementarla ya no es una opción para las empresas, sino una necesidad. Pero ¿cómo hacerlo de la manera más efectiva? ASUS te puede ayudar.

No hay fenómeno tecnológico que lo iguale. La inteligencia artificial (IA) está de moda, sobre todo con el auge de la IA generativa durante los últimos meses. Su impacto alcanza a organizaciones de todas las partes del mundo que se desempeñan en múltiples ámbitos de actividad, desde el sector privado al público. Nadie es ajeno a su fama. El tejido empresarial se interesa por su despliegue para aprovechar ventajas asociadas como la automatización de procesos, la toma fundamentada de decisiones o la personalización de los servicios ofrecidos al usuario final.

Con capacidad para trabajar con grandes cantidades de datos en tiempo real y erradicar el factor de error humano, su historia no ha hecho más que comenzar. Lo que ahora se presenta como una novedad más tiene potencial para continuar progresando y mantenerse como ventaja competitiva por muchos años.

Pero, para evitar malgastar la inversión y que la adopción de la IA resulte efectiva, los responsables a cargo deberían seguir un plan de actuación minucioso. Esta implementación no se puede acometer de cualquier manera. Existen casos de uso populares que no encajarán al 100 % con algún negocio y herramientas que se ajustarán mejor al nivel de habilidad de un equipo o los objetivos de unos proyectos sobre el resto. Alcanzar el éxito en la era de la IA será más sencillo si se completa una lista compuesta por seis pasos esenciales.

Lo primero es llevar a cabo una investigación sobre la situación actual y trazar metas concretas a las que se pretende llegar en el futuro. Las empresas que quieren utilizar la IA deben identificar necesidades que solamente esta tecnología es capaz de resolver, centrándose en su caso particular. Aunque la IA en sí misma puede conllevar beneficios operativos, la idea es que su introducción se convierta en un elemento transformador y marque un antes y un después en su estrategia.

Esto significa que se han de establecer prioridades. Que exista la tecnología no implica que haya que utilizarla para todo. A una compañía le puede interesar acelerar los flujos de trabajo administrativo y a otra, optimizar el servicio al cliente, con predicciones de comportamiento o guiando las interacciones. Si no hay demasiados profesionales cualificados en plantilla, la IA puede asumir funciones de ciberseguridad. Otras de sus muchas prestaciones son la elaboración de informes y la creación de contenido original.

Lo ideal es empezar por una única área de acción y, en base a los resultados que se obtengan, ir escalando para deshacer otras ineficiencias. La IA está preparada para estimular la productividad de los empleados, quedándose con aquellas tareas de menor valor o que consumen más tiempo y recursos.

Cuando hayan detectado el punto de mejora, lo siguiente será informarse sobre las herramientas de IA que se encuentran disponibles en el mercado. Y, a partir de ahí, esforzarse por elegir la solución que permita abordar con mayor eficacia el problema empresarial que desean solventar. Una vez más se trata de personalizar el proceso de implementación para obtener un resultado óptimo en lugar de limitarse a imitar lo que hacen los demás.

Aunque existen aplicaciones genéricas accesibles en modo suscripción, que se ponen en marcha nada más pagar la tarifa asociada a su uso, las opciones no terminan ahí. Por ejemplo, es posible utilizar frameworks predefinidos para chatbots, que después habrá que alimentar con los datos corporativos para cumplir con los requisitos planteados. También se pueden crear desarrollos desde cero para trabajar con información sensible y conseguir una auténtica personalización. Esta tercera vía supone un mayor desembolso de dinero, pero a cambio se obtiene una solución única.

Una vez realizada la elección de la herramienta, el paso posterior consiste en preparar la infraestructura. La IA exige una potencia de cálculo especial. Para procesar sus algoritmos y cargas de trabajo, las compañías están obligadas a hacerse con recursos informáticos avanzados. Desde servidores de nueva generación hasta una conectividad de red de banda ancha ultrarrápida, son varios los elementos que contribuyen al funcionamiento correcto de las aplicaciones. Cabe tener en cuenta las necesidades de interacción con servicios en la nube.

ASUS ofrece una extensa gama de soluciones de infraestructura orientadas a la IA. Servidores, racks integrados y plataformas de software forman parte de este portfolio, como es el caso de su ESC AI POD para computación a gran escala. Sus diseños aprovechan los procesadores de Intel®, NVIDIA® y AMD y se basan tanto en arquitecturas x86 como de Arm para ejecutar cálculos complejos y gestionar grandes cantidades de datos.

La cartera integral de ASUS asume tareas desafiantes como la IA predictiva y generativa. Está preparada para enfrentar las exigencias del aprendizaje profundo y automático. Contribuye al entrenamiento y la inferencia en inteligencia artificial. Y permite relacionarse con modelos de lenguaje de gran tamaño y la supercomputación.

Los dispositivos informáticos del pasado resultan obsoletos para afrontar los retos empresariales del futuro. Las organizaciones que desean subirse al carro de la innovación deben equiparse con la IA en mente a todos los niveles. Esto implica también una renovación de los ordenadores que ponen en manos de sus empleados. Estas máquinas tienen que incluir entre sus especificaciones un chip con unidad de procesamiento neuronal para ejecutar operaciones con la velocidad suficiente. Lo bueno es que cada vez hay más variedad a su disposición.

Entre los ordenadores que ASUS ofrece a quienes trabajan con IA, se pueden encontrar varias alternativas. Un portátil para profesionales es el ExpertBook B3 con Windows 11 Pro, tecla Copilot dedicada, procesador Intel® Core Ultra 7, tecnología de cancelación de ruido y cámara potenciada por inteligencia artificial.

Otro de estos dispositivos es el portátil ASUS ExpertBook B5, que combina procesador Intel® Core Ultra 7 listo para la IA con gráficos NVIDIA® GeForce RTX 2050. Llega hasta los 64 GB de memoria DDR5, soporta WiFi 7 y funciona con el sistema operativo Windows 11 Pro pensado para los negocios. Asimismo, cuenta con una tecla Microsoft Copilot para facilitar el acceso a este asistente personal. Otras de sus funciones relacionadas con la IA tienen que ver con las videoconferencias, como ASUS AI Two-Way Noise Cancellation y ASUS AiSense Camera.

Para que salga bien, el cambio tecnológico reclama un cambio en la destreza informática de las personas que forman parte de una organización. La implementación de la IA nunca se podrá completar sin capacitar al personal. Su formación en las últimas herramientas y el desarrollo de nuevas habilidades, a medida que el mundo avanza, resulta imprescindible. Es responsabilidad de las empresas enseñar a sus empleados las mejores prácticas para que aprendan a manejar las herramientas de IA lo antes posible y les den un buen uso, sin que se sientan amenazados por ellas.

Esto debería ir acompañado de un componente ético y un enfoque transparente, que deriven en un uso responsable, para impulsar los resultados, generar confianza en la tecnología y cumplir con la normativa. La seguridad de los datos es un tema que no conviene olvidar antes de emprender el camino de transformación. De lo contrario, será difícil evitar la construcción de modelos defectuosos, fugas de información o pérdidas de reputación y financieras.

Por último, tampoco hay que perder el pulso a la innovación. La tecnología es un campo en continuo movimiento y el caso de la IA no iba ser diferente. Para no quedarse atrás a la primera de cambio, las empresas que decidan adoptar herramientas inteligentes deben prestar atención perenne al mercado. Esto es, deben conocer las últimas funcionalidades que vayan saliendo y utilizar las versiones más recientes de las herramientas que han seleccionado. La inversión no puede parar. Solo así serán capaces de mantenerse a la vanguardia. La apuesta por la IA es una actualización que no cesa.