Nuevos espacios de trabajo y los seguros de impago de alquiler
Los nuevos modelos de trabajo híbrido potencian el alquiler, haciendo necesarias soluciones como los seguros de impago.
Como consecuencia del confinamiento domiciliario a que obligó la pandemia se ha potenciado de manera extraordinaria en los últimos dos años el teletrabajo y el trabajo a distancia.
Tras unos compases iniciales en los que las circunstancias obligaban a trabajar desde casa en todos aquellos sectores en los que tal cosa era posible, las ventajas que para muchas empresas y organizaciones ha supuesto el teletrabajo han evolucionado hacia modelos híbridos que han hecho convivir el trabajo presencial en la oficina con el trabajo en casa.
Para los empleados las ventajas incluyen desde la reducción de tiempos en el traslado al lugar de trabajo al ahorro de costes de dicho traslado, por no hablar de la conciliación personal y familiar. Para las empresas apostar por el teletrabajo supone un ahorro de costes en infraestructuras e instalaciones, pero además en los últimos tiempos se ha convertido en un factor de atracción del talento.
El nuevo paradigma de hogar
Este cambio de paradigma también ha propiciado que en algunos casos los empleados hayan optado por introducir modificaciones en sus rutinas habitacionales y residenciales. El mercado inmobiliario has visto como aumentaba la búsqueda de domicilios especialmente dotados para ser compatibles con el trabajo en casa.
Desde viviendas con más dormitorios para poder dedicar una de ellas a oficina hasta viviendas con terraza, jardín o situadas fuera de núcleos urbano. Todo esto ha supuesto un incremento de actividad en el mercado de alquiler, algo que por un lado se ha potenciado en el caso de quienes no buscan residencias vacacionales sino permanentes. Pero en otros casos incluso se ha beneficiado el mercado de viviendas vacacionales al existir un porcentaje significativo de empleados que han optado por trasladarse a vivir todo el año en su lugar preferido para las vacaciones al poder seguir trabajando desde casa.
Desde otra vertiente, las empresas también han podido modificar su organización reestructurando su necesidad de espacio y optando en algunos casos por oficinas de menores dimensiones o descentralizando sus instalaciones.
Así han surgido nuevos modelos de oficinas disgregadas y también oficinas colaborativas. En todos estos casos el dinamismo del mercado introduce variables relacionadas con la incertidumbre, en un contexto económico y geopolítico que puede llamar a la prudencia en el caso de los propietarios de locales de oficina y de viviendas destinadas al alquiler.
Y es que el propietario de la vivienda en alquiler siempre puede tener el temor a que el inquilino deje de abonar la renta acordada, con los consiguientes perjuicios y potenciales complicaciones derivadas de la reclamación de la misma.
Seguro de impago de alquiler
Para estos casos existen los seguros de impago de alquiler, capaces de responder a situaciones en las que el inquilino deja de pagar la renta.
Se trata de seguros que incluyen la defensa jurídica relacionada con la reclamación por el impago del contrato de arrendamiento y que pueden incluso cubrir el impago de la rentas para el caso de que el inquilino no haya atendido sus responsabilidades. Este seguro también cubre posibles actos vandálicos por parte del inquilino en la propiedad con una garantía de “Valor a nuevo” para que, en caso de sufrir algún daño, los bienes se indemnicen al precio actual de mercado.
En algunos casos este tipo de seguros cubre hasta un máximo de 12 meses de renta mensual que no haya abonado el inquilino.