Los mejores consejos para la compra de ordenadores portátiles reacondicionados

Con el paso del tiempo la presencia doméstica o en el ámbito laboral del ordenador de sobremesa ha dejado paso en muchos casos al ordenador portátil, que especialmente en ámbitos SOHO (Small Office, Home Office, pequeñas oficinas y oficinas domésticas) ocupa menos espacio y permite que pueda ser utilizado también en movilidad.

No siempre se dispone de los recursos para adquirir modelos recién salidos al mercado o puede suceder que sea necesario recurrir a un ordenador portátil de manera imprevista o para tareas/encargos concretos. En esos casos una opción muy recomendable son los ordenadores portátiles reacondicionados.

El mercado de este tipo de ordenadores portátiles se ha convertido en una opción cada vez más popular para aquellos que buscan un equilibrio entre calidad y precio. Estos dispositivos pueden haber sido devueltos por clientes anteriores por diversas razones, como defectos de fábrica, problemas estéticos o simplemente por un cambio de opinión. Tras esa devolución son inspeccionados, en su caso reparados y restaurados a un estado funcional y estético óptimo antes de volver a ponerse a la venta. Por todo ello suponen una alternativa atractiva para quienes desean obtener un portátil funcional sin gastar una cantidad elevada.

En esta categoría se pueden encontrar modelos que ya llevan algún tiempo en el mercado pero también modelos recientes, con lo que puede ser una buena opción para conseguir equipamiento potente a precios asequibles. Algunos de estos modelos de ordenadores portátiles reacondicionados proceden de equipos devueltos durante el periodo de prueba, modelos procedentes de flotas de empresas o de los que han presentado algún fallo durante el periodo de garantía. Al comprador se le ha facilitado un modelo completamente nuevo y la marca, tras subsanar el fallo y revisar el equipo, lo vuelve a poner a la venta por un precio inferior.

Como con otros dispositivos tecnológicos, el mercado de ordenadores portátiles reacondicionados ofrece variadas opciones en cuanto a empresas y plataformas especializadas en la venta de estos equipos, por lo que la primera recomendación sería decantarse por una fiable y de confianza en la que efectuar la adquisición.

Sin embargo, y al igual que cualquier compra tecnológica, adquirir un ordenador portátil reacondicionado requiere cierto cuidado y consideración. A continuación se señalan los aspectos a tener en cuenta, las prestaciones relevantes así como los defectos más comunes a detectar.

Aspectos a considerar al comprar un portátil reacondicionado

Reputación del vendedor: Se recomienda comprar a través de vendedores de confianza, ya sea directamente a fabricantes o bien a minoristas especializados en productos reacondicionados. Hay que investigar sobre la reputación del vendedor o buscar opiniones y reseñas de otros compradores para tener una idea clara de su fiabilidad.

Garantía: El portátil reacondicionado debe contar con una garantía sólida que respalde la compra. Esto dará tranquilidad en caso de que surjan problemas con el dispositivo tras la adquisición.

Proceso de reacondicionamiento: Hay que recabar información acerca del proceso de reacondicionamiento al que ha sido sometido el portátil. El mismo debe incluir pruebas exhaustivas, limpieza profunda, reemplazo de componentes defectuosos y una evaluación completa del rendimiento.

Certificaciones y sellos de calidad: Hay que buscar certificaciones o sellos de calidad que respalden el proceso de reacondicionamiento. Organismos como Microsoft Authorized Refurbisher o los distintos programas de certificación de fabricantes pueden ser indicadores de calidad.

Compatibilidad y actualizaciones: Se debe verificar la compatibilidad del sistema operativo instalado en el ordenador portátil reacondicionado y la capacidad de este para recibir futuras actualizaciones. Es importante que el portátil pueda ejecutar software actualizado y que no quede obsoleto rápidamente.

Prestaciones relevantes

Tamaño y peso: Se debe elegir un tamaño de pantalla y un peso que se adapten a las necesidades del usuario. ¿Se necesita portabilidad máxima o es preferible una pantalla más grande para trabajar con mayor comodidad?
Procesador: Se debe buscar un portátil que cuente con un procesador potente y actualizado. Los modelos más recientes ofrecen mejor rendimiento y eficiencia energética, lo que también permitirá alargar su vida útil.
Memoria RAM: Habría que optar por al menos 8 GB de RAM para disponer de un rendimiento fluido, especialmente si se planea realizar tareas intensivas en recursos como edición de video o diseño gráfico.
Almacenamiento: Hay que considerar tanto el tipo de memoria como la capacidad de almacenamiento. Los discos duros SSD ofrecen un rendimiento más rápido que los discos duros tradicionales, por lo que son una opción preferible, aunque suelen tener un precio más elevado. Se recomienda disponer al menos de 256 GB de almacenamiento para satisfacer las necesidades básicas.
Pantalla: La calidad de la pantalla es crucial para una experiencia de usuario agradable. La pantalla debe tener una buena resolución y una óptima reproducción de colores, especialmente si se planeas utilizar el portátil para actividades multimedia.
Autonomía de la Batería: Si se necesita utilizar el portátil fuera de casa o de la oficina, conviene asegurarse de que tenga una buena autonomía de batería para evitar interrupciones constantes, esquivar el peso adicional de un cargador (o la búsqueda de un enchufe) y poder aguantar el máximo de horas posible en movilidad.
Conectividad: Hay que asegurarse de que el portátil disponga de los puertos y la conectividad necesarios: USB, HDMI, Bluetooth, WiFi, auriculares, micrófono…

Defectos a detectar

Desgaste físico: Un detallado examen debería permitir detectar la presencia de signos de desgaste en el exterior del portátil, tales como arañazos, abolladuras o marcas de uso excesivo.
Batería desgastada: Se debe verificar el estado de la batería y su capacidad de retención de carga. Una batería desgastada puede afectar significativamente la autonomía del portátil.Las utilidades del sistema operativo permiten verificar los ciclos de carga de la batería, con lo que se puede estimar su desgaste hasta el momento de su adquisición y si estará próximo el momento de sustituir la batería
Píxeles muertos en la pantalla: Realizando una sencilla prueba visual se puede detectar la posible existencia de píxeles muertos, puntos brillantes (u oscurecidos) que aparecen en la pantalla y que se caracterizan por no cambiar de color. Esto puede ser un signo de daño.
Teclado y touchpad: Ambos deberían funcionar correctamente, sin problemas de respuesta, fallos de funcionamiento, desgaste excesivo, letras borradas por el exceso de uso…
Rendimiento general: Se aconseja realizar pruebas de rendimiento para asegurarse de que el ordenador portátil funcione sin problemas y cumpla con las expectativas en términos de velocidad y capacidad de respuesta.