La infraestructura como código para entornos híbridos
Composable Infrastructure responde a las necesidades actuales de las empresas, llevando los beneficios de la nube pública al centro de datos. Su primer ejemplo es HPE Synergy.
Hay ciertas cosas que no cambian en materia de tecnología. Tras más de medio siglo de vida, la Ley de Moore sigue vigente. Pero, al mismo tiempo, otras cosas sí que están cambiando. Hoy en día la mayor velocidad de procesamiento ha dejado de ser suficiente para responder a las crecientes exigencias de TI de las organizaciones, que reclaman un modelo de infraestructura distinto para los entornos híbridos. Se necesita hacer más con menos y conseguir unir dos entornos. Por un lado hay que tener en cuenta las aplicaciones para la TI tradicional y, por otra parte, habrá que cubrir las aplicaciones para la nueva Economía de las Ideas que aprovechan tecnologías de movilidad y Big Data, entre otras tendencias, y que demandan baja latencia y una flexibilidad enorme.
La clave para responder a las necesidades de las empresas actuales radica en Composable Infrastructure, un nuevo modelo de infraestructura que se puede probar ya con HPE Synergy, la primera plataforma que existe en este campo. Para ahondar en lo que significa Composable Infrastructure y lo que puede ofrecer a los negocios, Rosalía Arroyo, redactora jefa de ChannelBiz.es, ha entrevistado en el marco de un evento online a dos representantes de HPE. Responden a sus preguntas Pablo Ráez, Data Center & Hybrid Cloud Category Manager de la compañía, y Mapi Belloch, Consultora Tecnológica. El evento que ha sido retransmitido por NetMediaEurope se titula La infraestructura como código para entornos híbridos.
“Estamos en un momento muy cambiante”, analiza Pablo Ráez. Un momento en el que se habla de movilidad. De Big Data. De Machine Learning. De DevOps. De contenedores… Estamos en “la era de todo por las aplicaciones”. Estas aplicaciones se han acabado convirtiendo en “el centro” de las empresas “de una o de otra manera”. Y el reto que se le está presentando a todo el mundo es averiguar cómo se puede conseguir “una infraestructura o un entorno que me permita desplegar todo este tipo de cargas”. Ráez dice que “los clientes ahora mismo tienen que tomar una decisión sobre hacia dónde van sus infraestructuras tecnológicas”. Parece claro que, independientemente de “si tienen que desarrollar aplicaciones o tienen que consumir muchas aplicaciones, al final lo que necesitan es la inmediatez”. Los productos y los servicios que crean deben salir rápido al mercado. Es un requisito generalizado.
Aquí “la infraestructura sobre la que corren” las aplicaciones juega un papel fundamental, tal y como lo ve HPE, “porque cuanto más y mejor esté integrada esa infraestructura con las aplicaciones, más rápidos serán esos despliegues y poner esos productos y servicios al alcance” de los demás. De modo que las empresas tienen que plantearse la cuestión de “hacia dónde voy y cómo lo hago para hacerlo de manera segura y que no me quede supeditado a ciertos fabricantes o ciertas tecnologías que no vayan a avanzar en el futuro”, determina el responsable de producto de HPE. “El tema es que hay muchos fabricantes que tienen aplicaciones para orquestación y automatización” y “no saben cuál elegir”.
“Lo que sí que tienen claro”, prosigue Pablo Ráez, es que “necesitan que haya una cierta orquestación. Y al final requiere esa infraestructura”, ya sea en el centro de datos de la organización o en la nube. Además, “lo que piden todos los desarrolladores, da igual el software que sea, es poder aprovisionar la infraestructura como código. Y eso es lo que los fabricantes en definitiva tenemos que proporcionar”. El portavoz de HPE apuesta por facilitar el despliegue “con muy poquitas líneas de código” y acelerarlo todo, llegando “hasta la infraestructura de manera muy sencilla”. Justo aquí es donde aparece la Composable Infrastructure o “una nueva categoría de infraestructura”, según las palabras de la consultora de HPE Mapi Belloch.
Mientras cada sistema convergente e hiperconvergentes “está asociado a una carga de trabajo”, relata Belloch, con la categoría de composable es posible componer “recursos físicos independientemente de cuáles sean las cargas de trabajo, independientemente de que estemos hablando de una carga virtual, de un container, de DevOps…”. Esto quiere decir que Composable Infrastructure permite “cubrir ciertas necesidades que hasta ahora con los modelos anteriores no se han llegado a cubrir”. Pablo Ráez concreta que lo que hace Composable Infrastructure “es traer los beneficios de la cloud pública al data center. Es decir, esa flexibilidad, esa agilidad” y la capacidad de “asignar de manera dinámica los recursos, rápidamente y muy flexiblemente”, que es precisamente “lo que atrae a los clientes para irse a las clouds públicas”.
El producto que “pretende dar respuesta” a la Composable Infrastructure se llama HPE Synergy, que “está basado es en tres pilares fundamentales”, tal y como desgrana Mapi Belloch. El primero es “una agrupación fluida de recursos”, de cómputo, redes y almacenamiento que necesitan los clientes y se pueden “componer y descomponer muy fácilmente en función de sus necesidades”. Para la composición de recursos se utilizan “ciertas plantillas definidas por software”, que sería el segundo principio de HPE Synergy y la Composable Infrastructure. Todo esto se aplica “a través de la API unificada” que despliega la infraestructura como código, “da una integración con todo el ecosistema de partners” y constituye el tercer pilar.
Y es que una virtud de Composable Infrastructure son las integraciones. HPE ha cerrado alianzas con compañías como Docker o Mesosphere dentro de “un ecosistema muy amplio y creciente” para conseguir “una infraestructura que sea de verdad híbrida” y disfrutar de los mismos beneficios que en “las clouds públicas on-premise”, como recalca Ráez. HPE también ofrece un “kit de desarrollo para que quien quiera se integre” y así “dar estándares al mercado”. No en vano, “esto de infraestructura como código”, sin las “integraciones con el ecosistema de software, quedaría un poco cojo”, comenta el Data Center & Hybrid Cloud Category Manager de HPE.
“Al final lo que estamos hablando es como una infraestructura como servicio”, opina Mapi Belloch. “Estamos cambiando el modelo de consumo de esta infraestructura. Y haciendo que sea mucho más sencillo”. Belloch señala que, sin importar “el tipo de la carga de trabajo, somos capaces de hacer esa composición de los recursos y de dárselos” a los clientes “de una manera muy ágil”. ¿Y cómo se hace el camino hacia el composable? “Depende de la madurez del cliente”, responde esta experta. Algunos pueden partir de cero, pero quienes cuentan con infraestructura anterior deben aprovechar la API unificada, que “es software-defined”, aconseja la Consultora Tecnológica de HPE. Sobre la infraestructura previa hay que “añadir una capa de software, que en este caso es OneView”, indica, y “ya podríamos hacer un paso natural a esta nueva categoría de infraestructura”. Se trata de “una transición muy fácil”.
¿Composable Infrastructure encaja para diferentes tipos de clientes? “Claro”, observa Pablo Ráez. “Los nuevos tiempos requieren de otros modelos de consumo”, de “una infraestructura que nos permita aprovisionar tanto cargas físicas como virtuales, o como de contenedores”, para múltiples entornos. Al final se trata de responder a algo que “los clientes llevan pidiendo mucho tiempo”. Para Ráez “estamos en un mundo de APIs”, donde todo el “que está en el mundo software sabe que tiene que utilizar APIs de terceros para integrarse. Y nosotros lo que proponemos es que, para hablar con la infraestructura, también tienes que utilizar APIs”. En este sentido, la adopción en España está siendo “muy positiva”. HPE cree que “está enganchando porque es una infraestructura que vale para las cargas de trabajo actuales” y para “lo que están viendo los clientes que viene”, de modo que “no se van a quedar limitados”.