El gobierno de la información en la era del dato
Desde la adopción generalizada de los sistemas de información por parte de las organizaciones en los años ‘70 del pasado siglo, las organizaciones han tratado siempre de gobernar la información, pero es solo hace unos 10 años que se ha logrado establecer el Gobierno de la Información como disciplina.
La creciente complejidad de las organizaciones, el aumento de los volúmenes de información que estas organizaciones manejan y la también creciente complejidad normativa existente sobre la gestión de la información, han determinado este auge.
Pero realmente, ¿qué es el Gobierno de la Información? ¿A qué nos referimos con “gobernar la información”?
El Gobierno de la información es una disciplina que, desde nuestro punto de vista, tiene por objeto asegurar de modo transversal a toda una organización un nivel de calidad y seguridad acordado, mediante la definición e implantación de un conjunto de políticas, organismos, normas y procesos adecuados a las necesidades normativas y operativas de la misma.
Por tanto, las palabras clave en esta definición son: calidad, seguridad y acordado. La calidad nos refiere al concepto de información correcta, la seguridad nos refiere a las restricciones de acceso a tipologías de datos y acordado nos indica que la definición de estos dos conceptos anteriores están determinados por un acuerdo derivado de una norma acordada, ya sea dentro de la organización, o bien fuera de ella pero aplicable legalmente a la misma.
La identificación de un dato como correcto no es trivial ni inmutable. Un país puede cambiar de nombre, dividirse o agruparse (recordemos lo que pasó con la URSS) y, dentro de una misma organización, podemos encontrar tantas definiciones de “cliente” como departamentos existentes en la misma. Tengamos en cuenta que sobre estas definiciones generaremos los KPIs de medición de rendimiento de la organización y, partiendo de definiciones distintas, los datos no serán comparables.
Es habitual, por ejemplo, tener que definir distintas tipologías de “cliente”, cada una con su sentido propio de negocio; lo importante en estos casos es tener un acuerdo en la organización sobre qué “cliente” estamos midiendo en cada caso. En caso contrario nos encontraremos con una Torre de Babel… y todos sabemos cómo acabó esa historia.
Desde el punto de vista de la ejecución de proyectos de gestión de la información, es clave conocer las normas y estándares de calidad y seguridad de la organización desde un principio, para integrarlos desde un inicio en la planificación del proyecto, de este modo reduciremos el riesgo de sufrir desvíos en esfuerzo y tiempos de ejecución de nuestros proyectos.
Mejor aún, seamos proactivos e integremos desde un inicio en nuestros proyectos todos los ítems y desarrollos tecnológicos que reducen el riesgo de no cumplimiento normativo de las normas legales que sabemos que afectan a la organización o al sector al que pertenece la misma.
A día de hoy, debido a la explosión del volumen de información gestionada por las organizaciones gracias a las tecnologías Big Data, se hace cada vez más imprescindible aplicar políticas de Gobierno de la Información desde el inicio de todo proyecto IT. No podemos dejar de subrayar a nuestros clientes la importancia de tener en cuenta desde el inicio, algo que, a la larga, siempre nos agradecerán.